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Hace pocas semanas, Erazem Lorbek tomaba un AVE en Barcelona rumbo a Madrid. Pasaba desapercibido, salvo por su altura, entre la gente de la estación de Sants hasta que algún aficionado se percató y le saludó. "¿Vuelves a jugar?", le preguntaron. Y sonrió.
Lorbek jugó en la temporada 2006/07 en el Unicaja, apenas 26 partidos. Se le contrató y el tiempo demostró que era un disparo buenísimo. Pero no coincidió su estado de cocción con las demandas del equipo de Sergio Scariolo, que acababa de ser campeón de Liga y que esa misma temporada jugó la Final Four de la Euroliga. Tras pasar por Lottomatica de Roma y CSKA Moscú desembarcó en el Barcelona, donde jugó un lustro a gran nivel, sobre todo en los primeros años. Ganó una Euroliga, pero en su última temporada los problemas físicos le devoraron. Lorbek lleva sin jugar desde 2014, pero se ha propuesto hacerlo. Parece bien físicamente y días atrás se anunciaba que llegaba a prueba al Limoges francés para fichar, si daba el tono, hasta final de temporada.
Pero ayer el club francés, que ganara al Unicaja aquella final de Copa Korac del año 2000, anunciaba que Lorbek no había pasado el reconocimiento médico y que ni siquiera se le sometería a ese periodo de prueba de 10 días hasta final de año para valorarle.
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