Berni Rodríguez, eterno capitán del Unicaja, tiene un verano atareado. La semana pasada fue padre, por primera vez, de una niña llamada Adriana. Coincidió con la celebración del Campus de la Academia 675 que lanzó hace un año el ex baloncestista malagueño. Uno de sus grandes proyectos, la celebración de un Congreso de baloncesto en Málaga que debía reunir a personalidades con variados eventos en la ciudad, debió ser postergado por la pandemia.

Pero sí ha podido llevar a cabo en el Carpena la edición de verano, con la visita de uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto español, José Manuel Calderón. Tras casi 15 años en la NBA, Calderón se retiró y ahora trabaja con la Asociación de jugadores. A Berni y al base extremeño les une una buena amistad desde que coincidieran en las categorías inferiores de la selección, en aquel Europeo iniciático de Varna, que tuvo continuidad con el oro de Lisboa en 1999, donde Calderón no pudo estar por una lesión en la preparación. Ambos fueron después campeones del mundo en Japón y subcampeones olímpicos en China. Una visita ilustre, pues, para los jóvenes de la Academia 675, que pudieron disfrutar de un histórico del baloncesto nacional.