Unicaja Baloncesto

Metamorfosis a punto

  • El Unicaja tenía a estas alturas de temporada el año pasado el mismo balance (6-2)

  • Metía 88.1 puntos (ahora 77.5) y recibía 79.1 (ahora 73)

  • Mismo ritmo de posesiones y menos acierto

Los jugadores del Unicaja celebran el triunfo en Valencia.

Los jugadores del Unicaja celebran el triunfo en Valencia. / @carlossuarezweb

En la sala de prensa de La Fonteta, Luis Casimiro era cuestionado por la capacidad física del Unicaja. Se había percibido entre la prensa valenciana una inferioridad clara de su equipo en ese aspecto y se le preguntó dos veces. Ya lo había dicho antes del partido Jaume Ponsarnau. “El Unicaja es uno de los tres equipos más físicos de la ACB”, decía el técnico catalán, cuestionado en La Fonteta.

Es una metamorfosis ya planeada desde que acabó la temporada en el Unicaja, la de fortificar y dotar de músculo a la plantilla de esta temporada aunque fuera a costa de perder algo de talento. “Quisimos cambiar la situación de la temporada anterior, con jugadores con más alto nivel físico y atlético. Posiblemente el año pasado jugábamos buen baloncesto, teníamos puntos en las manos, hicimos muy buen año, hay que reconocerlo, pero queríamos cambiar situaciones para ser más físicos y competir con equipos de Euroliga. Igualamos el físico y pienso que a la larga va a ser bueno para nosotros, para todas las competiciones”, reflexionaba Casimiro en la pista valenciana, entorno que él conoce bien.

El Unicaja está en este punto de la temporada con el mismo balance que la temporada pasada:6-2. Entonces se celebró un juego refrescante y atractivo, con muchos puntos, que además permitía ganar encuentros. Se extendería la racha hasta un 9-2 y un 14-3 antes de la que las lesiones empezaran a minar y de que el equipo no supiera reaccionar.

En ese tramo de la temporada, el Unicaja promediaba 88.1 puntos a favor y 79.1 en contra en esos ocho primeros partidos. Ahora, 77.5 puntos anotados y 73 recibidos. En las seis victorias, los encajados bajan hasta 69.5 (78.5 metidos en las victorias). El ritmo anotador ha decrecido, así como el de puntos encajados. Queda mucha temporada aún por delante para constatar si es una tendencia clara o no es tan nítida.

Sí se ve que hay un número bastante similar de posesiones entre los dos arranques, aunque peores porcentajes de tiro. 140/178 en tiros libres (78.7%), 132/265 (49.8%) en tiros de dos y 72/218 en triples (33%) son las cifras tras ocho partidos en esta campaña. El año pasado, a las mismas alturas, 122/158 (77.2%) en tiros libres, 167/281 (59.4%) en tiros de dos y 83/210 en triples (39.5%). 20 tiros libres más ahora, 16 tiros de dos menos y ocho triples más. No son oscilaciones muy significativas aplicadas a ocho partidos, hay prácticamente las mismas posesiones que el año pasado. O sea, que el ritmo de juego sigue siendo alto pero la producción por posesión bajó. En Valencia hubo un gesto de Carlos Suárez en el que pedía cabeza cuando se ganaba por más de 15 puntos pero se entró en un momento de locura colectiva que pudo costar caro si el rival está menos tensionado.

En cuanto a los rivales, el año pasado sumaban a estas alturas 85/123 en tiros libres (69.1%), 163/292 (55.8%) en tiros de dos y 74/215 (34.4% en tiros libres). Ahora promedian 111/144 (77.1%) en tiros libres, 145/291 (49.8%) en tiros de dos y 61/196 (31.1%) en triples. Se hacen más faltas y se reciben también más. Es evidente también el salto defensivo que muestra el equipo en esta temporada, los números ratifican la sensación de que no es tan fácil anotarle al Unicaja.

Lo dicho, se lleva apenas un 10% de competición, queda mucho por delante. Pero las estadísticas constatan que la metamorfosis del equipo de Casimiro para hacerse más poderoso física y atléticamente es cada vez más evidente.

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