Dos semanas. 14 días de reposo, de sanación, de calma tras el vendaval que fue la Copa del Rey. Pese a la derrota en la final ante el Real Madrid, para el Unicaja supuso un punto de inflexión. Jugar en casa, ante los tuyos, ayuda pero los cajistas sembraron algo que aún está por ver si recogerán. Costó cara la competición. El nivel de exigencia fue altísimo y las lesiones aparecieron. El bloque nacional, salvando a Brizuela y Guerrero, cayó. Son bajas de peso para este partido tanto el capitán Carlos Suárez, como Jaime Fernández y Alberto Díaz. Esto ha provocado los fichajes de Simonovic y Bouteille, con los que se ha generado un nueva corriente de ilusión y que aportaron experiencia, puntería y tiro exterior.

Enfrentarse al todopoderoso Real Madrid siempre es una papeleta compleja, difícil. Es un partido que exige excelencia, pocos errores y un altísimo acierto. El Unicaja ha demostrado esta temporada estar capacitado para rendir bajo ese paraguas aunque el contexto de este partido no invite a ser tan optimistas. Las bajas han mermada mucho la fase de creación. El puesto de base, sin Jaime y Alberto, recaerá para un Josh Adams que se había acostumbrado a otros quehaceres en la posición de escolta, pero del que se tiene confianza ya que es un puesto que conoce y domina aunque el dúo nacional ofreciera mayores garantías como bases. A Brizuela le tocará echar un cable a Adams en este momento de debilidad.

En esta situación, con la enfermería a rebosar. Luis Casimiro opta por la cantera. No le queda otra aunque hay producto suficiente en Los Guindos. Los 12 citados para la nueva cita ante el Real Madrid en el José María Martín Carpena (18:15) estarán formados por los nueve profesionales sanos (Thompson, Brizuela, Adams, Elegar, Simonovic, Waczynski, Guerrero, Gerun y Bouteille) y tres canteranos (Jeffrey Godspower, Ismael Tamba y Rafael Santos). Son las armas del técnico cajista ante este el equipo blanco.

El Unicaja vuelve a la competición doméstica tras este parón por las ventanas internacionales. Un parón que no ha sido como tal para el Real Madrid, que sí ha seguido engrasando la maquinaria en la Euroliga, donde ha sellado ya su presencia en los cuartos de final de la competición. Venció con suma claridad en Turquía al Fenerbahce (65-94) e hizo lo propio con el Panathinaikos en casa (96-78). Los de Pablo Laso cuentan con las dudas de Llull y Randolph, aunque es probable que ya pueda contar con Taylor. También recuperó recientemente a Felipe Reyes.

Cabe destacar por el lado cajista que Deon Thompson viene arrastrando una gastroenteritis que le ha impedido estar al cien por cien en los últimos entrenamientos. El de ayer, de hecho, lo completó parcialmente. Se espera que salga de partida.