Rubén Guerrero y el arte del bloqueo
Unicaja Baloncesto
El malagueño, que ganó 30 kilos de músculo en seis años en EEUU, explica qué le pide Casimiro
Rubén Guerrero impacta por su fortaleza física. La camiseta de manga corta del Unicaja marca sus pectorales y sus bíceps. Se fue hace seis años para Estados Unidos pesando “80 kilos pelaos”, dice divertido. Ahora está en los 110, 30 kilos fruto de una dieta especial y arduo trabajo de gimnasio.
Compañeros y técnicos destacan una faceta de Rubén Guerrero que se atisbó en sus primeros minutos oficiales el pasado domingo ante el Morabanc, su capacidad para bloquear. Es uno de esos intangibles que van más allá de la estadística obvia, apreciado por los jugadores exteriores porque les facilita la vida. “Allí en Estados Unidos se ponen muchos, pero no era nada fuera de lo normal. Luis me insiste en eso, que necesitamos generar espacios para nuestros exteriores con buenos bloqueos. Me lo ha pedido y creo que puedo ayudar. Si se trata de ayudar, pues a poner los mejores bloqueos que pueda. Yo contento de que Luis haya confiado en mí. Entrenando lo doy todo para estar preparado si toca jugar ante Valencia”, dice divertido Rubén Guerrero, que está en una nube. En apenas 10 días aterrizó en Málaga, fichó por el club en el que se acabó formando tras iniciarse en Marbella, ya debutó oficialmente y ahora se prepara para un play off de una ACB.
Será decisión de Casimiro, todo apunta a ello, si Guerrero entra en la lista definitiva para las eliminatorias en el lugar de Viny Okouo, cuya etapa en Málaga parece finiquitada. De fondo está la situación de Sasu Salin, que si se recupera obligará a descartar a un interior.
“Nada más llegar, una semanita y play off. No es que sepa mucho de Valencia, pero los he seguido todo el año, ya el martes empezamos a ver cómo juegan. Será un play off muy duro y competitivo”, dice el pívot marbellí, que, si tiene algún minutos, tendrá que lidiar con Dubljevic: “Todos sabemos quién es Dubljevic, nos ha dado bastante caña otras veces que ha jugado contra nosotros. Y ahora en play off va a ser peor aún, jugará más concentrado. Si puedo, intento ayudar a los compañeros”.
“Llevo seis años fuera, el sueño que estoy viviendo yo también lo están viviendo ellos”, prosigue Guerrero sobre cómo está viviendo su familia: “Que vuelva tan pronto, que vuelva aquí a casa, que me van a tener al lado... Todos están muy contentos. Todo va a mucha velocidad, acostumbrándome a todo. Con Alberto estuve en cantera muchos años juntos, hemos mantenido el contacto y es importante que él esté aquí. Pero también Carlos y Jaime están muy pendientes de mí, ayudándome, el resto también... Me han acogido muy bien. Es todo más fácil”.
Desde la distancia, Rubén Guerrero también ha seguido en contacto con Francis Alonso, que puede seguir sus mismos pasos. “Hemos jugado tres veces este año y hemos seguido hablando. Estoy contento de que él siga dándolo todo por su sueño, el de todo el mundo, jugar en la NBA. Ha tenido unos años increíbles y espero que salga todo el trabajo que ha hecho, que la gente le valore. Se lo ha estado currando y a ver qué pasa. Si no, que se dé prisa y se venga también con nosotros”, acaba bromeando un Rubén Guerrero que está con la ilusión por las nubes.
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