Aterriza este martes por el Martín Carpena Vassilis Spanoulis al frente del Peristeri. Un mito del baloncesto europeo, con una fascinante carrera como jugador que incluye tres Euroligas, un oro Europeo, una plata mundial y una ristra de títulos nacionales y reconocimientos individuales en una carrera dividida en la élite entre el Panathinaikos y el Olympiacos tras comenzar en el Maroussi. Desde la temporada pasada dirige al equipo griego, un clásico ateniense. Sin la dimensión de los transatlánticos, pero con su historia. Allí jugaron Marko Jaric, el ex cajista Milan Gurovic, Alphonso Ford, Audie Norris o los españoles Ferran Martínez y José Lasa.

Spanoulis cumple su segunda campaña al frente del Peristeri, donde intenta desarrollar su idea baloncestística. A sus 41 años, la transición de jugador a entrenador fue rápida. Jugó sus últimos partidos en la campaña 2020/21 y en la 22/23 ya dirigía en la Liga de Grecia y la Basketball Champions League. Y recientemente ha sido nombrado también seleccionador griego en lugar de Itoudis tras el mal papel del Mundial. Entre medias, en la 2021/22, hubo una transición que le conecta con la joven perla del Unicaja, Mario Saint-Supéry. 

En esa temporada, Spanoulis fue designado para dirigir una selección de jugadores europeos en el Adidas Next Generation, el torneo de categoría junior que la Euroliga organiza y en el que se incluye un combinado con jóvenes promesas que no pertenecen a ninguno de los clubes participantes en el evento. Y uno de los jugadores seleccionados fue Mario Saint-Supéry, que fue dirigido por unos días por Spanoulis. También estuvo presente otro malagueño, Álvaro Folgueiras, que estos días debuta oficialmente en la NCAA en la universidad Robert Morris.

Los malagueños pudieron vivir una experiencia en Ljubljana (Eslovenia), donde se celebró el evento. Jugaron varios partidos a las órdenes de una leyenda del baloncesto europeo en sus primeros pasos como entrenador, en una carrera presumiblemente extensa y exitosa a tenor de los que le conocen y hablan de su pasión y conocimiento de este deporte. Saint-Supéry, que pocas semanas antes se convirtió en el jugador más joven de la historia del Unicaja en jugar un partido oficial aún con 15 años, vivió la experiencia siendo aún jugador cadete dentro de la precocidad que le caracteriza. Este martes volverá a vestirse y a tener minutos. En la BCL es uno de los cupos de nacionales obligatorios (cinco, uno más que en la ACB) que participa en los partidos, de hecho ha sido titular en el estreno en Hungría ante el Falco Szombathely y  ante el Le Mans. Insiste Ibon Navarro en que se le trate como un jugador más y se le dé normalidad a su presencia en el equipo porque es un jugador más pese a sus 17 años, aún en edad junior. Enfrente tendrá en el Carpena a un entrenador que le conoce y que sabe de sus cualidades porque le dirigió hace año y medio en sus primeros pasos como técnico y en el desembarco en el primer nivel europeo del joven malagueño, unos meses antes de ser proclamado MVP del Europeo sub 16.