Unicaja Baloncesto | Avramovic y Adams

La ilusión del equipo A

  • Adams y Avramovic, dos de los fichajes que mejor sensación causaron en la pretemporada cajista, desprenden ilusión y hablan de sus cualidades y de cómo se adaptan al equipo

Josh Adams y Aleksa Avramovic, sobre el parqué del Carpena.

Josh Adams y Aleksa Avramovic, sobre el parqué del Carpena. / Marilú Báez

Aleksa Avramovic y Josh Adams dan sus primeros pasos en el baloncesto español. Son dos jugadores con características especiales. El serbio ha mostrado un refinamiento técnico muy alto en la pretemporada, con alguna laguna en la lectura de juego pero con llamaradas anotadoras tremendas. Adams promete espectáculo con muelles inusuales para un base de menos de 1.90 metros. Deberá despejar la duda de si es un director solvente o es más un escolta que piensa sobre todo en el aro. Hay ciertas certezas con ellos, pero sólo competición oficial permitirá alumbrar cuál es su nivel real y cómo pueden contribuir al crecimiento colectivo del Unicaja en el fuego real.

“Todo va bien. Entrenamos muy duro, creo que lo hemos hecho bien para llegar a punto. Ya estamos todos y creo que vamos por el buen camino. Es importante empezar con una victoria a domicilio”, dice Avramovic, sensación que comparte Adams: “Es una ciudad bonita. Tenemos un gran entrenador, grandes compañeros... Es fácil adaptarse a un entorno así. La primera impresión es muy buena”.

“Me sentí bien. Hubo partidos en los que metí más puntos y otros menos, pero esto es baloncesto. Había jugadores en nuestra posición en la Copa del Mundo y el entrenador me puso más minutos en la pista. Creo que los usé bien, pero es mi rol. A mí me encanta jugar al baloncesto, en cualquier posición”, continúa Avramovic, que tuvo producciones anotadoras elevadas contra Real Madrid y Gran Canaria y al que se le ha visto jugar puntualmente como base o alero: “No es extraño para mí jugar en otras posiciones. Antes de Varese yo jugaba como uno siempre, en Italia lo hice como dos y aquí en principio lo haré ahí. Pero si el entrenador me quiere como uno o tres, estaré listo, no es extraño para mí. Tenemos un largo banquillo, jugadores versátiles que podemos jugar en varias posiciones en un partido. Jugadores que pueden dar cosas diferentes en un mismo partido. Tenemos muy buenos jugadores en cada posición y eso es muy buena. Eso puede permitir que haya en la pista distintas soluciones de un mismo jugador”.

Esa polivalencia es también aplicable a Adams. El concepto de la multidirección se instala en el baloncesto moderno. “Sólo quiero ayudar al equipo a que gane de cualquier manera posible. Así que me da igual ser uno o dos. Alberto o Jaime pueden jugar también de uno o dos, más tiempo en una u otra según lo que haga falta. Haré lo que necesite el equipo”, explica Adams, que elogia las cualidades defensivas de Alberto Díaz: “Es muy bueno tener a Alberto enfrente cada día, es uno de los mejores defensores que me he encontrado nunca enfrente. Entrenando te exige mucho y cuando llegas al partido igual es más cómodo porque Alberto es un magnífico defensor. Es bueno para mí, para mejorar, aprender de él cada día”.

Entiende Adams que en la posición de base es esencial un conocimiento más profundo de los compañeros que sólo lo dará la competición. “Nos tenemos que acostumbrar unos a otros. Para un base es básico saber dónde a cada uno le gusta más recibir el balón, cómo se mueve el compañero. Nos han faltado algunas piezas y hay que encontrar esa química. Pero hay buena gente y eso siempre ayuda”, reseña Adams, que dice que Casimiro le pide “jugar tan duro como puedas, dar el 100% siempre. Hay 13 tíos que pueden jugar, que están preparados. Así que cuando estás en pista debes dar el máximo siempre”.

Acaba Avramovic ofreciendo su opinión sobre lo que le sucedió a Serbia, con la que completó un tramo de la preparación, en el Mundial de China: “Fue un gran shock, parecía que íbamos a ganar el Mundial, al menos una medalla. La gente puso mucha presión, incluso los mejores jugadores tuvieron dudas en la pista. No es fácil jugar cuando todo el mundo te pone ya la medalla en el pecho. España hizo una gran estrategia y ese día jugamos un mal partido. Cuartos de final es el partido más importante del campeonato. O te vas a casa o vas a por las medallas. La presión nos mató, creo. Argentina metió muchos triples, ganaron confianza, Bogdanovic y Jokic lo intentaron, pero cogieron 10 puntos y ya fue imposible. Todo el mundo en Serbia estaba triste”.

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