Unicaja

Varios puntos de concentración

  • El Unicaja ha ganado en orden y competitividad desde la llegada de Ibon Navarro que ha dado con la tecla con el quinteto inicial del equipo

  • De los 160 minutos que ha disputado Unicaja, sólo en 31 estuvo por detrás en el marcador

Ibon Navarro marca jugada en el Carpena.

Ibon Navarro marca jugada en el Carpena. / efe

Es incuestionable, atendiendo a los números, que el Unicaja ha dado un paso adelante desde la llegada de Ibon Navarro. El técnico vitoriano ha movido algunas piezas y corregido otras con el fin de encontrar mayor competitividad entre los jugadores cajistas. La llegada de Matt Mooney, Dejan Kravic y la última de Cameron Oliver tiene su peso, pero el grueso del grupo es el mismo. El equipo es más sólido y ha dejado de ir a remolque durante los partidos.

El Unicaja sólo ha estado 3 de los 160 minutos que ha disputado de la mano de Ibon Navarro por detrás del marcador, en los restantes 129 el cuadro verde estuvo por delante, controlando el partido y manejando las distancias. Sólo estuvo por debajo en el marcador 21:04 ante el Real Madrid, al que plantó cara durante todo el partido y dejó gratas sensaciones; sólo 3:31 ante el UCAM Murcia en un final de partido aciago; y 6:37 ante el Cluj, antes del desenlace imponente en el último cuarto. En total suman 31:12 minutos. Ante el Fuenlabrada, en ningún momento estuvo por detrás en el marcador. En los cuatro partidos en los que ha estado al frente el preparador vitoriano, el equipo ha ganado en concentración, le cuesta irse de los partidos y no sufre esos constantes momentos de desconexión que tanto sufría. 

No es un tema de competitividad, porque en la etapa de Fotis Katsikaris la plantilla también mostraba momentos de alta intensidad, pero tendría a ir a remolque durante ciertos tramos del partido, lo que obligaba en gran medida a una reacción que, sí es cierto que a veces llegaba, pero que exigía de un acierto y pulso elevado que no siempre se lograba. Se ha corregido, además, esa tendencia a comenzar mal, descentrados, que suponía un marcador desigual tras el primer cuarto. Una pauta habitual con el heleno que no se terminó de resolver. Ahora se marca el paso y no hay que recurrir a heroicas constantes.  

Está acertando además Ibon con el quinteto con el que salta el equipo de inicio. Hasta el momento, Alberto Díaz, Barreiro y Tim Abromaitis han sido fijos. Tres piezas elementales y de momento cruciales. Pero sí ha alternado con los otros dos en función del rival. Brizuela y Bouteille por un lado y Kravic o Rubén Guerrero por el otro. 

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