Este sábado se vivió un partido, aun temprano, importante para el ascenso a ACB en la LEB Oro. Se enfrentaban en Burgos el San Pablo y el Movistar Estudiantes, los dos primeros clasificados de una categoría que va recobrando más nivel tras varios años más bajos. La competencia crece y ahora, tras la victoria del club estudiantil en Burgos (87-91), hay cuatro equipos en el margen de una victoria por la primera plaza, que da acceso directo a la ACB. Del segundo al noveno luchan por la otra disponible. 

En la victoria del Estudiantes en Burgos tuvo un papel notable Yannick Nzosa. Recién cumplidos los 20 años, el jugador del Unicaja, con contrato hasta 2026 con el club de Los Guindos, está intentando recuperar con paciencia el tiempo perdido después de año y medio prácticamente sin jugar al baloncesto por varias lesiones y un paso por el quirófano. En un partido de máxima exigencia, respondió a buen nivel. En 14 minutos en pista firmó 10 puntos (5/5 en tiros de dos, con dos mates), cuatro rebotes y 16 de valoración ante la considerada mejor plantilla de la categoría. Con bajas importantes, como la del malagueño Francis Alonso, que deberá parar unos meses tras pasar por el quirófano para solventar problemas en su rodilla.

Con algún altibajo, va sumando minutos de juego el pívot congoleño, que es lo más importante después de tanto tiempo inactivo, recuperar sensaciones físicas. Enlazó partidos con buen nivel con otros de menos protagonismo. En Burgos, con un pabellón repleto y una atmósfera exigente, respondió bien. 

"Ha sido una semana muy compleja, que comenzó por la operación de Francis y siguió por la sanción a Carrera, que no sabíamos hasta horas antes si podía jugar, pero estas situaciones propician. Hay mucha gente que ha dado un paso adelante y me alegro un montón por ellos. Nos han dado el empujón para poder ganar", decía Pedro Rivero, entrenador estudiantil, sobre el paso adelante de la segunda unidad, entre la que está Nzosa.