Unicaja

El alucinante viaje de Axel Toupane hasta la final de la NBA

  • Un año después de que se fuera del Unicaja, estará en la final de la NBA con Milwaukee Bucks

Axel Toupane, al fondo, con el trofeo de campeones de la Conferencia Este.

Axel Toupane, al fondo, con el trofeo de campeones de la Conferencia Este. / Efe

El último partido de Axel Toupane con la camiseta del Unicaja fue la final de la Copa del Rey. Había llegado en la pretemporada de 2019, después de que Dragan Milosavljevic se rompiera el cruzado en un partido de preparación para el Mundial de China, como fichaje de urgencia, aparentemente una gran gestión por la calidad del francés, medalla de bronce en el citado torneo. Milosavljevic no volvería a jugar de verde, rescindió casi dos años después su contrato sin reponerse de su lesión de rodilla, aunque pocas semanas después estaba jugando en Serbia y ahora está en el Preolímpico con su país.

Toupane tenía el tendón de Aquiles rasgado. Se fue a Francia a recuperarse y volvería sólo para un trámite antes durante el inicio de los entrenamientos para la fase final de la ACB, se comprobó que no estaba para jugar aún. Se marchó sin mucha pena. No congenió demasiado con Casimiro y no se sintió importante en el equipo. Era un jugador de unas características muy válidas, capaz de defender a jugadores de cuatro posiciones, que iba en el camino de ese giro físico que se le dio al equipo (él, Adams, Ejim, Elegar). Sólo dejó pinceladas, un jugador que no transmitía, pero sí aportaba. El citado giro no resultó contraproducente. Final de Copa, a un tris de las semifinales ACB, que se fueron ante el posterior campeón, y en cuartos y con ventaja de campo en la Eurocup antes de que la pandemia la suspendiera todo. El giro pendular llevó a otra plantilla con carencias físicas y atléticas en esta recién concluida temporada.

El caso es que Toupane, que antes de llegar a Málaga ya había estado de manera casi testimonial en la NBA, tenía en mente regresar. Entre Denver, Milwaukee y New Orleans jugó 25 partidos. Volvió a Europa y con Jasikevicius brilló en Kaunas, en el Olympiacos no tanto y aterrizó en Málaga. En Estrasburgo firmó un contrato temporal para rehabilitarse y justo entonces fue reclamado por los Warriors para hacer la pretemporada de la NBA. Después jugó la G-League con el equipo vinculado de los Santa Cruz Warriors y en marzo fichó por Milwaukee Bucks. Ha intervenido, desde el fondo de la rotación, en 59 minutos repartidos en ocho partidos en la temporada regular y cuatro durante los play off, apenas 10 minutos en pista. Pero está en la final de la NBA. La franquicia de Wisconsin tumbó la pasada madrugada a Atlanta para ganar 4-2 y citarse con Phoenix Suns en un duelo que comenzará este martes. Y allí, durante la celebración del título de campeones de la Conferencia Este, aparecía sonriente Axel Toupane, en un viaje alucinante desde que se fue de Málaga. 

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