Chris Duarte, su chándal y los entresijos de su llegada a Málaga
Curiosidades de la primera toma de contacto del dominicano, lleno de maletas y con algún encuentro inesperado, desde Bendodo hasta Jorge Lorenzo, y la cercanía con Javi Salvo y Diego Iván Ruiz
Las fotos en el aeropuerto
Tras un verano de espera y muchas expectativas levantadas, Chris Duarte ya se encuentra en Málaga. El jugador dominicano aterrizó este jueves procedente de Madrid, donde había hecho escala tras salir de República Dominicana. Su condición de fichaje estrella supone un refuerzo de tremendo nivel tras las salidas estructurales en la plantilla y dispara el hype entre la afición malagueña, aunque desde el club se pide prudencia. Junto a él viajaban su mujer, Sylvia, y sus tres hijos. La primera imagen de Duarte en el aeropuerto fue sencilla pero significativa: llevaba un chándal negro con capucha, ligeramente abierto, dejando ver una camiseta blanca debajo. Chocaba de forma evidente con el ambiente veraniego del aeropuerto y la luz intensa de la tarde. Su mujer también vestía ropa abrigada, reforzando el contraste con el entorno y llamando la atención en redes sociales, donde se comentaba con humor su look frente al calor malagueño.
Pasaban apenas las 17:05 horas cuando Duarte cruzó la puerta de llegadas, casi una hora después de aterrizar. No había excesiva expectación: apenas un par de aficionados curiosos observaban la escena en medio del trasiego habitual de estas fechas. Hacía acto de presencia el dominicano con un carro de cinco maletas de buen tamaño, mientras Sylvia arrastraba otra, con uno de sus pequeños a hombros. En la terminal le aguardaban dos figuras del Unicaja: Javi Salvo, delegado, y Diego Iván Ruiz, responsable de material del staff cajista. Ambos esperaban atentos, casi como guardaespaldas, hasta que Duarte y su familia aparecieron. Acto seguido se acercaron para ayudar con las maletas (encasquetadas a Salvo) y ofrecer un saludo cálido, prestando especial atención a Sylvia y a los niños, con quienes se mostraron muy cariñosos, reforzando la idea de que la familia era parte importante de la llegada.
Lo que más llamó la atención fue la complicidad entre Duarte y Javi Salvo. Su saludo y conversación transmitían confianza y cercanía, como si no fuera un primer encuentro. Quizá algún nexo previo en el baloncesto, o amistades comunes como la de Domantas Sabonis, gran amigo de Duarte, explicara esa familiaridad. Ambos charlaron sobre el viaje y los primeros pasos en Málaga con naturalidad, dejando la sensación de que más que una bienvenida, se estaba produciendo un reencuentro. La escena tuvo también momentos curiosos: minutos antes, Elías Bendodo, político malagueño y actual vicesecretario del PP, apareció en la terminal, bronceado y con prisas, y entre bromas señaló a este periódico: “Por ahí viene Chris Duarte”. Poco después, la sorpresa la dio Jorge Lorenzo, expiloto mallorquín y cinco veces campeón del mundo de motociclismo, quien aparecía con look de verano y de vacaciones, demostrando que el tiempo aún no le ha pasado factura.
Duarte, por su parte, se mostró sereno y sonriente, algo cansado por la paliza del viaje, pero disfrutando del momento junto a su familia. Ya había adelantado que sus hijos estaban matriculados en un colegio malagueño y que la mudanza estaba organizada. Tras la breve estancia en el aeropuerto, de pocos minutos y sin alardes, la familia se dirigió directamente a un apartamento asignado por el Unicaja, iniciando así la adaptación a Málaga. Cabe destacar que Duarte ya se había comunicado este verano con algunos jugadores del equipo, entre ellos Alberto Díaz, como admitió el malagueño a este periódico, estableciendo los primeros lazos con sus nuevos compañeros. El club organiza este viernes un desayuno informal a las 9:30 horas en el Hospital Quirón, como es habitual por estas fechas, que podría suponer el primer encuentro del jugador dominicano con el resto de la plantilla. Así arrancó la etapa de Chris Duarte en Málaga.
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