Cristian Rares Uta (Targu Mures, 1997) vuelve a Rumanía más de un lustro después. El pívot llegó a Los Guindos en 212 en edad cadete. Creció en el Unicaja, con el que llegó a debutar incluso en la Euroliga, donde disputó cuatro partidos. Joan Plaza le dio la oportunidad y era habitual verle en los entrenamientos del primer equipo, donde además trabajaba en sesiones específicas con Boni Ndong, que no seguirá en Málaga la próxima temporada al lado de Luis Casimiro. Ahora el joven vuelve a su país después de fichar por el Cluj rumano. 

Uta es coetáneo de Viny Okouo y Romaric Belemene y un año menor que Kenan Karahodzic, Francis Alonso, Rubén Guerrero o Domas Sabonis, otros proyectos que germinaron en la Avenida Gregorio Diego. Dos años más tiene Mo Soluade, otro de los que llegó al Carpena. El Unicaja rompió su vinculación con la mayoría de ellos, no se les vio recorrido en el equipo cajista. Hay tres excepciones. Okouo termina contrato y no seguirá. Domas está en la NBA, donde es pieza esencial de Indiana Pacers y hombre importante en la liga. Rubén Guerrero ya volvió y ahora la hará Francis, con el que ya hay un acuerdo por tres cursos. 

En las categorías inferiores verdes fue subcampeón de España cadete y junior, así como del Torneo de Hospitalet y del Next Generation de la Euroliga en Roma. Uta salió cedido, bajo el paraguas verde, a Granada (LEB Plata) y a Valladolid (LEB Oro) después de curtirse en el extinto Clínicas Rincón. Tras su paso por la ciudad del Pisuerga dejó de pertenecer al Unicaja. Esta pasada campaña la pasó entre el Gran Canaria (EBA) y el Zornotza (LEB Oro). Ahora, a los 21 años, decide emprender el camino de vuelta y continuar su carrera en Rumanía, donde es internacional y considerado uno de los grandes proyectos del país.