El Unicaja ya tiene atada y sellada la continuidad de Ibon Navarro, el arquitecto del proyecto, como ha manifestado coloquialmente López Nieto. No es casualidad que el club haya marcado estos tiempos, hay un trasfondo detrás estratégico, por todas las conversaciones que se están llevando a cabo de manera paralela. En Los Guindos confían que la apuesta a largo plazo por el vitoriano tenga una relación causa-efecto en la renovación de los jugadores, con una predisposición por defecto positiva, pero ese extra que puede ser muy importante. En un mercado donde el Unicaja parte desde una buena posición, Badalona es un acicate inmejorable, pero hay otros factores externos que no se pueden controlar, y es que varios de los campeones de Copa cuentan con ofertas de Euroliga. Algo se está haciendo bien.

Confirmaba esta circunstancia Juanma Rodríguez. "Evidentemente ayuda mucho que siga Ibon. En ese sentido, el club ha hecho bien en anunciar primero esta renovación, por ir poniendo los cimientos del proyecto, ya a partir de ahí que los jugadores vean que hay una continuidad. Puede ser un aspecto que suponga un empujón. Cuando presentamos a Ibon, dijimos que era una persona muy exigente, pero también cercano a los jugadores, sin que haya una pérdida de respeto. Hemos tenido momentos de conexión especial entre plantilla y entrenador. Si hay algún jugador duda, que no hay muchos, pero que esto sirva de empujón".

Sin obviar el factor humano. La relación personal del vasco con sus jugadores es inmejorable, esa química que se palpa fácilmente en el día a día, también en la pista. Un grupo cohesionado, donde Ibon ejerce de figura paternal, también de gestor. Si no existen grietas en el vestuario, el éxito está asegurado. La idea del club, ya pasado esa fase de enamoramiento, es que se convierta en algo estable. Paso a paso.