Hay buenas noticias en el San Pablo Burgos, que llega a Málaga con confianza y con más efectivos después de casi superar el segundo brote de COVID-19 esta temporada. El Hereda ganó en Riga con siete profesionales y frente al Unicaja tendrá tres más. Se incorporaron a la expedición en Madrid Ken Horton, Dejan Kravic y Vitor Benite, que ya superaron el virus y están listos para competir. Con ellos podrá contar Joan Peñarroya, que también tendrá a sus órdenes al canterano Kareem Queley.  El entrenador catalán apuntó que "se han incorporado con el equipo y realizarán su primer entreno de baloncesto con contacto después de muchos días" este viernes. Quedan como bajas Omar Cook y Miquel Salvó. 

El equipo de Peñarroya llegará al choque de este sábado tras haber conquistado un triunfo de mucho mérito ante VEF Riga en la Basketball Champions League, dentro de "un partido que fue muy difícil por las circunstancias", señaló el técnico. Esta victoria servirá para ir recuperando sensaciones de cara al intenso tramo final de la temporada. "Estamos mirando hacia delante, intentando mejorar", subrayó el entrenador en la previa, a lo que añadió: "Intentaremos que cada día estemos mejor en el apartado físico después del parón y estamos preparándonos, sobre todo, mentalmente para un partido de máxima dificultad como es el de mañana contra Unicaja".

Peñarroya recordó que el conjunto malagueño es "uno de los equipos grandes de la competición" y que, además, llega inmerso "en una buena racha de victorias", por lo que "seguro que están preparando este partido a conciencia". Por su parte, los burgaleses afrontan esta jornada "con ganas de jugar, de competir bien y de intentar conseguir la victoria".