Manuel Trujillo, cuando los sueños se cumplen

Aún con las secuelas del rapado de su melena de rizos después de su debut el pasado mes de diciembre con el primer equipo en la Basketball Champions League, Manu Trujillo también se estrenó este sábado con el primer equipo del Unicaja en el partido de Girona. No fue un buen partido para el equipo, con una derrota que resultó fea por la imagen, distante de la mejor versión cajista.

"Cuando los sueños se cumplen, sin palabras. GRACIAS", escribía su padre, reputado entrenador de cantera y ahora dirigiendo en el Novaschool en Tercera FEB, en respuesta a la publicación en redes del Unicaja del estreno del base cajista en la máxima competición nacional. Trujillo está entrenando prácticamente toda la temporada con el primer equipo, excepto en las previas de partido. Las bajas de Ejim, Barreiro y Kravish permitieron que Trujillo formara parte de la expedición. Ya advertía Ibon en la previa de que viajaría y tendría algún minuto para descargar a los exteriores. Salió en el segundo cuarto, cuando el Unicaja dominaba y estuvo minuto y medio en pista, con situación de partido real, no clásica entrada de junior en los últimos minutos para un debut testimonial. Desde pequeño ligado al baloncesto en un entorno que adora el deporte, siempre es un día feliz para mucha gente cuando un canterano se estrena en la élite del baloncesto nacional.

Es un premio al esfuerzo de Trujillo, ya lindando con el 1.95, que esta temporada juega minutos en el equipo de Tercera FEB con Jesús Lázaro. Ha debutado con selecciones españolas pero no en competición oficial, está opositando a entrar este verano en la sub 18 que jugará el Eurobásket de la categoría. Buen estudiante, este año hace el Bachillerato on line para tener flexibilidad para acudir a los entrenamientos del primer equipo y se esfuerza para obtener nota y entrar en Fisioterapia. En los veranos no deja tampoco de trabajar para mejorar su físico, lleva varios años trabajando con Diego Vázquez, preparador físico que lo fuera del primer equipo y hasta este verano en el club, y también con un nutricionista. Sin olvidar la técnica. Por ejemplo, este verano estuvo en el grupo de trabajo creado en Los Guindos con Pepe Laso y Jesús Lázaro y en el que estaba Tyson Pérez, con el que, como el resto de los compañeros de la primera plantilla, hizo buenas migas. De hecho, era él quien cogía la maquinilla para rapar al joven malagueño allí mismo en Polonia tras el partido como peaje por el debut oficial con el primer equipo, donde es tratado como uno más y también mejora su inglés. Esta vez no hubo alegría por la derrota cajista, pero será un día inolvidable para Manu, que al final de temporada verá cómo su nombre se coloca en el muro de la pista principal de Los Guindos.