En el siglo XXI, sólo dos veces anteriores había firmado el Unicaja un primer cuarto de temporada tan malo en resultados como el actual en la Liga Endesa. El 3-6 de balance pesa, se está a dos victorias del play off y sólo una por encima de la zona de descenso. El equipo no está en barrena, compite los partidos, pero es evidente que hay un problema. Apenas se ha ganado en casa al Breogán y al Obradoiro y a domicilio al UCAM Murcia.

Dos veces arrancó igual el equipo malagueño. Eran otros tiempos, en la primera mitad del siglo, con mayores aspiraciones y exigencias. También, por contextualizar, se jugaba la Euroliga y no la BCL, con el cambio de nivel de desgaste que supone. Igualmente, había más presupuesto entonces. La inmediatamente anterior data de hace 12 años, en la 2009/10, segunda temporada de Aíto García Reneses al frente del club. Aquella vez se estaba mejorando, incluso, después de un 1-6 adverso. Se ganaron dos partidos e incluso se llegó a la última jornada de la primera vuelta con opciones de ir a la Copa del Rey, pero se perdió en Vitoria y no se logró la clasificación. Fue una temporada movida, con transición con las marchas de Carlos Cabezas, Germán Gabriel, Boni Ndong, Marcus Haislip y Thomas Kelati. Se apostó por Freeland y Printezis como jugadores de referencia. 

Lesiones graves de Berni, Archibald y Printezis, las tres con cirugía, propiciaron un desfile importante de temporeros. Pooh Jeter, Shammond Williams y, finalmente, Zabian Dowdell en el puesto de base. Juan Dixon llegó porque se cortó a Taquan Dean (hoy llamado Taqwa Pinero), pero duró cuatro partidos después de que se conociera un positivo en Grecia, donde era dirigido justamente por Fotis Katsikaris en el Aris Salónica, de donde procedía. Acabaría viniendo Gary Neal. El club mantuvo la fe en Aíto, que acabó llevando al Unicaja a semifinales tras una eliminatoria en la que se ganó 2-0 a Valencia Básket después de arrebatar el factor cancha con una canasta sobre la bocina de Dowdell. Más tarde se caería ante el Barcelona 3-0.

También se empezó 3-6 en la campaña 2007/08, la última de Sergio Scariolo en su glorioso ciclo. El técnico italiano había acostumbrado a los inicios diésel del equipo, con derrotas y nivel de juego progresivo para llegar a los puntos calientes de la temporada, pero aquella vez se extremó. Empezó, de hecho, 2-6, pero progresivamente se mejoró y se llegó a la Copa del Rey de Vitoria, en la que se cayó en cuartos de final ante los anfitriones del torneo.

Fue una temporada convulsa también, con cambios. Se habían marchado Pepe Sánchez y Flo Pietrus, miembros del trienio mágico Copa-Liga-Final Four, también Marcus Brown. Haislip, Bojan Popovic y Davor Kus fueron los fichajes principales, también con continuidad para Boni Ndong, que había llegado para el play off anterior. Se lesionó de gravedad Alfonso Sánchez, que a sus 20 años ya era considerado jugador a todos los efectos de la primera plantilla y que estaba disponiendo de minutos. Llegó más tarde Melvin Sanders, el quinto televisor la bautizó Scariolo porque estimaba que era un cromo repetido. También llegaría más tarde Terrell Castle como base temporero.

Se estuvo a una canasta de llegar a los cuartos de final de la Euroliga (empatado a victorias con el Barça) y se entró como octavo en el play off, donde se haría historia tumbando al Real Madrid de Joan Plaza, líder destacado, algo que ocurría por primera vez en la ACB, un octavo eliminando a un primero. Después se caería ante el Baskonia en semis.

Así, pues, las dos últimas veces que se empezó 3-6 el Unicaja acabó entrando en semifinales de ACB. Era otra época, otras expectativas y otra trayectoria. Estaba, como ahora, al frente de la dirección deportiva Juanma Rodríguez, que entonces apostó por la continuidad y la confianza en los entrenadores y le salió bien. Con cambios, eso sí, en la plantilla.