Copa del Rey Málaga 2020

El alquimista Fisac

  • Nacho Martín, Jon Cortaberría y Fede Van Lacke trazan un perfil del entrenador del Casademont Zaragoza, rival del Unicaja 

Porfi Fisac, con los tres protagonistas del reportaje.

Porfi Fisac, con los tres protagonistas del reportaje.

Han llovido halagos, con merecimiento, desde octubre para el Casademont Zaragoza. De los ocho que están en Málaga, con seguridad es el equipo que más por encima está de sus expectativas. Una constelación de nombres interesantes, pero sin estrellas. Un equipo de autor, que tiene detrás a su chamán, Porfirio Fisac. Un entrenador con una trayectoria peculiar, que se curtió en el barro del baloncesto español y que ahora moldea uno de sus proyectos cúlmenes. Para adentrarse en la figura del segoviano, qué mejor que preguntar a quienes compartieron miles de horas a su lado. 

Jon Cortaberría coincidió con él en el Montakit Fuenlabrada, que también llevó a la Copa del Rey (también a Valladolid). "Es un tipo curioso, un entrenador que a lo mejor a nivel táctico no es el mejor tío que me he cruzado, pero como motivador creo que es el mejor con diferencia. La gente muchas veces está como una moto y no hay nada más peligroso que un jugador motivado", dice el canterano del Unicaja. "Siempre saca el máximo rendimiento de cada jugador. Yo disfrutaba con él y me lo pasaba bien. Si a ti te ficha es porque el tío confía en ti y te va a dar la oportunidad. ¿Que a lo mejor sales y lo haces mal? Bueno, puede ser, pero vas a tener la oportunidad y si eres currante y honesto, como él dice, vas a tener la oportunidad fin de semana tras fin de semana. Te habla las cosas muy claras. Si lo estás haciendo bien, te lo dice. Si lo estás haciendo mal viene, te sienta y te pega una charla de las que pega él, que por cierto pega muchas, y te lo explica. El tío te lo dice todo de cara", explica Nacho Martín, que estaba el curso pasado precisamente en Zaragoza. 

"Los equipos de Porfi tienen una manera determinada de jugar. Él les intenta inculcar que se juegue con la manera que él dice, con mucho detalle y muy preciso. Es la manera que a él le gusta jugar al baloncesto. Está claro que cuando los equipos consiguen jugar como él quiere dan buen resultado", dice el ala-pívot del Real Betis de la filosofía de Fisac: "Es muy detallista, todas las jugadas y todas las defensas quiere que se hagan al detalle y como él quiere que se ejecuten porque sabe que tienen rendimiento". 

Fede Van Lacke, que ahora entrena con el Iraurgi de Leb Plata, jugó para él en San Sebastián y Valladolid (ahí coincidió con Nacho). "Tiene una gran virtud y es que da igual en que liga compita, siempre busca plasmar su juego, su visión y su energía en sus jugadores. Una vez conseguido eso, une el equipo con la afición, ilusiona a todos los que siguen al equipo. Sé que quiere más, que llegará su oportunidad en algún grande y que podrá codearse con los mejores de Europa. Si él se lo propone, lo consigue", asegura ambicioso el argentino, que cuenta la experiencia a su lado: "Es el entrenador con quien más a gusto he trabajado, quien más rendimiento ha sacado en mí. Con él me identifico en cuanto a ambición, programar el día a día y proyectar una línea de trabajo la cual hace seguir un rumbo claro y preciso. Tuvimos mucha complicidad". 

Reafirma la sensación de sus compañeros de profesión el escolta, que busca una nueva aventura en España. "Sabe qué tecla debe tocar en cada uno para sacar lo mejor. Los jugadores queremos divertirnos, jugar, competir, sentirnos partícipes. Y ahí esta su capacidad de aplicar todo eso de una manera organizada, dentro de un plan de juego y una estrategia. Tiene la humildad de asumir sus errores y la claridad de que el equipo está por encima de las individualidades", admite Van Lacke, mientras Nacho Martín indaga en su ética: "Porfi es un tío que, como bien ha dicho siempre, no se mueve por dinero y sí por sentimientos o sensaciones. Si tiene que entrenar a la selección de Senegal lo hará y si tiene que ir a San Sebastián al LEB, lo hará. Se mueve por sensaciones, no tanto por clubes grandes. Si le han propuesto un proyecto y le ha gustado, lo ha hecho; si a lo mejor no le encajaba o el equipo no cuadraba con él no lo ha hecho. Es así de sencillo. Si le ilusiona, lo hará; si es por dinero, no irá". 

Cortaberría, que ahora ejerce de fisioterapeuta en el Unicaja Femenino, tiene una anécdota curiosa. "No me había pasado en la vida. Paró un entrenamiento y aplaudió una jugada que había hecho un jugador. Parar un entrenamiento y no decir: 'Bien, venga'. Parar un entrenamiento. Muchas veces él alaba al que tiene un trabajo feo y sucio como el de defender o pasar. Es un poco atípico en ese aspecto. Al final esto es un deporte estadístico y el anotador es el que se suele llevar el mérito, pero él sí que es cierto que valora mucho otro tipo de cosas. Es un poco la clave de él", cuenta. Tampoco tiene desperdicio una de DaFlow. "Un día estábamos entrenando mal y nos lo hizo saber y Eulis Báez dijo que 'para entrenar así no sigo'. Y Porfi dijo que era verdad y nos mandó a todos al vestuario. Él es consciente de que las cosas hay que hacerlas bien y como él dice. Si un día, por lo que sea, no lo estás haciendo bien y te estás equivocando todo el rato para él no es problema mandarte a la ducha y al día siguiente hacerlo al 100% y de la manera correcta", relata Martín. Anécdotas y vivencias que ayudan a conocer más a Porfi Fisac, el alquimista del Casademont Zaragoza. 

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