Resultado y crónica del Unicaja-Real Madrid

Adiós temprano a la Minicopa (65-83)

  • El Unicaja no supera la fase de grupos después de perder de manera contundente contra el Real Madrid

  • Luchará por el quinto puesto frente al Cajasiete Canarias a las 16:00 horas

Un momento del partido entre el Unicaja y el Real Madrid en Carranque.

Un momento del partido entre el Unicaja y el Real Madrid en Carranque. / unicaja b. photopress

Se terminó la lucha por el título de la Minicopa para el Unicaja y queda cierto regusto amargo. Ahora el quinto puesto es el premio, ante el Cajasiete Canarias a las 16:00 horas. Los infantiles cajistas necesitaban una proeza y no hubo lugar a ella. Más bien, lo contrario. El Real Madrid, que tiene un dominio incontestable en cantera en la etapa reciente, pasó el rodillo en un Carranque renovado y hasta la bandera. Muy cerca de sus topes el pabellón malagueño que, salvo algún asterisco, para el sitio ideal para una competición de ese calibre. Un adiós temprano para los anfitriones, que habían sellado muchas papeletas después de caer en el derbi andaluz frente al Betis, ahí estaba el pase. 

Aunque los blancos habían mostrado algún signo de debilidad durante la temporada, los de Manolo Bazán le habían pasado por encima en torneos en Extremadura y Cataluña, los refuerzos le hacen difícilmente accesibles. Son una maquinaria bien engrasada y varios peldaños por encima en lo físico. Sobre todo después de la llegada de Ismaila Diagne. Un ejemplo fidedigno de cómo un jugador puede tener un impacto tremendo en un partido. Un gobierno absoluto del duelo, adelante y atrás. Cierra el aro y rebaña y produce de forma continúa en el aro rival. Al final, 26 puntos y 13 rebotes. El encuentro era suyo cuando aún había algo en juego, que fue poco tiempo. Al final del primer cuarto ya había un socavón entre ambos equipos (8-28). 

El Madrid  era un ciclón y el Unicaja, que no terminó de jugar el baloncesto que tiene en esta Minicopa, agachó la cabeza. Y ahí el vigente campeón, que lleva más de un lustro sin doblar la rodilla, campó a sus anchas. Del 15-35, con el que los malagueños contenían, se pasó al 21-51 del descanso. Las diferencias eran muy altas. Diagne hacía mucho daño en el rebote ofensivo y Zustovich, ese interesante base argentino en boca de casi todos, se ganaba los piropos. Quizá no es tan diferencial, pero domina de otra manera. Aprovechaba su buena resistencia al contacto para seguir llenando el zurrón. Terminó con 23 puntos, seis rebotes y siete asistencias. Estaba bien acompañado por Hugo González, que marcó también la diferencia (31 puntos y 14 capturas). 

Salieron mejor los de Manolo Bazán de vestuarios, con más carácter y orgullo. No había nervios porque no había presión, la victoria ya era un imposible. Dejó varias acciones de mérito Miracle Bamadu, que tiró de casta y fundamentos. El de Puente Genil, donde también se reclutó a los hermanos Tamba, dejaba buenos detalles. Aunque es grande tiene amenaza desde fuera y pone bien el balón en el suelo para entrar a canasta. Así anotaba en varias acciones seguidas y acababa con 27 puntos y 14 rebotes. Se reducía algo la brecha (46-67) y el público malagueño, que copaba buena parte de las gradas, se daba alguna alegría. 

Maquilló el Unicaja, que no se abandonó y es un buen gesto. Al final, derrota por 65-83 y una buena enseñanza en esta Minicopa que se acaba pronto. Los antecedentes invitaban a algo más, pero no siempre se traslada a la pista. Buen aprendizaje para lo que está por venir, que aún es muchísimo. Sí podrán decir que estuvieron en uno de los torneos más espectaculares de cantera. Y en casa. 

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