La trituradora de la ACB no sólo afecta al Unicaja y arde la Copa

Tremenda jornada de la Liga Endesa, la más competida del continente a nivel nacional, en la que hubo una auténtica revolución que el Unicaja experimentó en sus carnes con el revolcón en Andorra, una derrota que debe hacer reflexionar porque el equipo fue superado ampliamente en facetas no negociables. Las semanas sin BCL son de carga de trabajo en estas instancias, pero se compitió en igualdad de condiciones, sin partidos hasta una semana atrás, con el MoraBanc, que iba con el ciuchillo entre los dientes. Ha ocurrido muy pocas veces en esta era de Ibon Navarro, pero sí en alguna ocasión, un partido en el que el rival ha superado de manera muy ostensible en energía y concentración. Manresa, Lugo, Zaragoza... Y poco más. Alguna vez en construcción, la mayoría en días concretos en los que la energía no fluyó y se dejó de competir pronto. El sábado la inferioridad fue manifiesta desde el momento inicial.

Existen carencias en el Unicaja, más allá del estado incipiente de la reconstrucción, pero la derrota de Andorra ha sido la primera chocante, por el qué y por el cómo. Se está en el mercado y se rastrea la posibilidad de hacer dos fichajes, el sustituto de Kravish y también un relevo de Castañeda. Hay una plaza de extracomunitario de comodín, pero ya se sabe cómo está el mercado, cómo se están moviendo equipos con mayor poderío económico que el Unicaja denota la carencia de jugadores, con el ancla que supone la G-League y los contratos two-way para los jugadores americanos, sobre todo en los primeros compases de la campaña. No obstante, aunque vengan piezas que mejoren el nivel general, el foco debe estar en el bloque, que siempre ha garantizado un alto nivel competitivo, inexistente en Andorra.

“Es difícil estar en el campo y recibir este varapalo. Ya hemos vivido experiencias como estas en el pasado, y ahora lo importante es saber cómo vamos a reaccionar y qué vamos a aprender a partir de hoy”, decía Ibon Navarro en las entrañas de la bombonera pirenaica, un escenario que conoce bien, después del partido. Ha ocurrido, pero siempre que se experimenta cuesta digerirlo en un equipo acostumbrado a la excelencia.

Fue un domingo increíble, con derrotas del Barcelona en Girona, con la destitución de Joan Peñarroya como consecuencia aparejada, la del Valencia en Granada (uno que no había ganado derrotó al único invicto) y la del Baskonia en Lleida. Los equipos de Euroliga pagan el peaje aunque fuera una semana con un único partido entre medias. No es un consuelo para lo que le sucedió al equipo malagueño en el Pirineo, pero sí recuerda que la ACBno perdona y que la plaza para la Copa de Valencia (el Unicaja es octavo, con 3-3, aunque empatado con el décimo) va a estar carísima para todos.