Xavier Castañeda, una situación insostenible

Suele decir Antonio Jesús López Nieto, presidente del Unicaja, que no hay buenos o malos fichajes sino buenos o malos rendimientos. Es pronto, aún a comienzos de noviembre, pero la situación de Xavier Castañeda, cada día más engullido, es un problema en el crecimiento del equipo malagueño. Es una apuesta del club cajista por un exterior que el año pasado, antes de una lesión de muñeca, firmaba más de 17 puntos por partido en Francia, en una competición exigente, seguramente la que más desde el punto de vista físico en Europa. Hay también lugares y en cajes. Erazem Lorbek llegó a Málaga con 22 años y en enero se fue para Italia, cuatro meses después, y ya no regresó. Durante más de un lustro fue máximo nivel de Euroliga el esloveno. Llegó en un equipo que había sido campeón de Liga y la exigencia y expectativa estaba por las nubes. Algo similar sucedió con Aleksa Avramovic. Antes de la primera vuelta ya se había marchado cuando se había hecho una apuesta por él. Después jugó en Partizan, CSKA y ahora Dubái en Euroliga No se compara la calidad de Lorbek y Avramovic con Castañeda, pero vale para hacerse una idea con cómo influyen los contextos.

Es difícilmente sostenible la situación actual de Castañeda, que en los seis partidos de ACB (cinco suyos, fue el descarte en Barcelona) promedia valoración negativa. Sí ha tenido algo más de aire en la BCL, con un nivel medio menor. Pero a día de hoy es un jugador bloqueado, mentalmente superado por la situación. Compañeros y técnicos hablan muy bien de cómo trabaja en entrenamientos, dentro de una personalidad introvertida. X (‘Eks’, así se le conoce dentro) tiene detalles de buen jugador, capacidad de pase, inversión de bola en ataque, visión de juego. También ha exhibido antes de llegar a Málaga rachas anotadoras tremendas. Pero no es el jugador que se está viendo aquí. Hay una jugada en Andorra, con una posición de tiro cuando se acaba la posesión y un pase a Alberto que retrata lo que sucede.

Castañeda no es un jugador caro, está en el escalafón bajo de la plantilla, no tiene una salida complicada y su perfil es ahora mismo codiciado en ACB, con ese pasaporte comunitario. El Unicaja lleva semanas escrutando con más intensidad el mercado en su posición, aunque la lesión de Kravish distorsionó. El Unicaja necesita creatividad y desequilibrio, generación en el juego exterior. Castañeda ahora mismo no se la puede dar y seguramente para él lo mejor también sería un cambio de aires en otro lugar menos exigente. Ocurre en el baloncesto profesional y se está a tiempo de rectificar, no todas las apuestas salen bien aunque después acaben explotando y no es cuestión de hacer dramas. Pero la cancha está hablando.