Va llegando el final de la etapa universitaria de Francis Alonso. El malagueño jugó la pasada madrugada su último partido como local en Greensboro. Un acto conocido como el Senior Day, donde tuvo una despedida acorde a su figura. Un homenaje, junto a otros compañeros, donde estuvo su familia, que se desplazó desde España. Más de 6.000 personas en el Coliseo para una despedida que da alcance de la relevancia del canterano del Unicaja en la historia del equipo de baloncesto del centro académico. 

El exterior, que venía de meter un triple decisivo días atrás, fue clave en la victoria ante Etsu (60-59). Los de Tennessee son el rival más fuerte de Greensboro en la época reciente. Un partido resuelto con un robo del malagueño, que terminó con 12 puntos, un rebote y dos asistencias en 29 minutos en pista. Ahora le tocará jugar dos partidos a domicilio frente a The Citadel y Mercer. Todo antes de afrontar las eliminatorias de la Southern Conference, donde el ganador tiene un billete para el March Madness. Un mítico torneo que ya jugó Francis Alonso el año pasado. Antes, la universidad de Carolina del Norte sólo había estado en 1996 y 2001, que evidencia la dificultad de pasar la criba. 

Un tramo de máxima trascendencia para el escolta, que afronta un verano clave con el salto al profesionalismo. De él está pendiente el Unicaja, que activó el derecho de inscripción preferencial, valedero para jugadores jóvenes hasta los 21 años. Ello da potestad para presentar por ellos una oferta cualificada, ambos son mayores de esa edad, y actuar según el proceso de contratación de la ACB. Al hacer esa oferta, están sometidos al derecho de tanteo y podrán igualar cualquier oferta que presente otro club español. La misma que por el pívot marbellí de Samford Rubén Guerrero. Está por ver el deseo de cada uno y si consiguen realizar algún entrenamiento privado con alguna franquicia de la NBA, que le puede abrir la puerta de la mejor liga del mundo.