Unicaja - Baxi Manresa: Salvajemente competitivos (105-97)
El Unicaja resiste el fabuloso baloncesto del Baxi Manresa y voltea el duelo en el cuarto final para redondear una jornada festiva y especial en la que se celebró el título de Copa
Las fotos del duelo
El Unicaja sorteó la resaca y el pico emotivo de la celebración previa por el magnífico título de Copa para tumbar al Baxi Manresa (105-97) en un extraordinario duelo que acabó en casa tras estar en el alambre durante un amplio tramo. Soberbio el equipo catalán, que practica uno de los mejores baloncestos de Europa (no se ha visto el nivel de juego esta temporada en un rival en el Carpena en los primeros 30 minutos), pero aún mejor un Unicaja salvajemente competitivo, que se tomó como una cuestión de honor no perder. Seguramente los 40 puntos de la derrota de la ida, también la adrenalina tras la celebración aunque se regalara un cuarto... Básicamente, el orgullo de un equipo campeón que sigue explorando sus límites y que está en una misión en la que el título de Copa sólo fue un refrendo y un acicate:jugar una final de la Liga Endesa.
Con un número menor de jugadores de los habituales en tono competitivo, el Unicaja supo sufrir. Fue con la lengua fuera en la primera mitad, sobre todo al inicio, entró en un momento loco en el tercer cuarto con varias pérdidas poco frecuentes, de falta de concentración o de pulmones. Porque el equipo de Ibon Navarro juega a un ritmo muy alto pero su número de pérdidas es muy bajo, tiene las mejores proporciones de la ACB. Pero el Manresa extrema y acelera ese tipo de juego. Advertía Ibon una semana atrás en estas páginas el impacto de Derrick Alston en el juego desde su posición de partida de cuatro, por su capacidad de desequilibrar desde el bote y generar ventajas ante pares diversos, incluso cuando se le cambia con algún bajito. Por ahí va la evolución del baloncesto. El primer tiempo del hijo del que fuera jugador de Madrid, Barcelona y el propio Manresa (parte del mítico título de Liga del 98) fue asombroso, no dejó de crear problemas y superó a cualquiera de sus marcadores, con su capacidad para penetrar, dividir, atacar el aro y lanzar. Condicionó la defensa cajista, que tampoco tuvo unos mínimos iniciales. Killian Tillie y Balcerowski no aprovecharon la titularidad, pero en general el tono era bajo y el Baxi volaba (11-22 tras seis minutos de partido).
Ya en el segundo cuarto, el nivel de energía malagueño era más adecuado y consiguió reducir hueco, de hecho obtenía la primera ventaja tras una canasta de Kendrick Perry (28-27). Aparecía por pista Mario Saint-Supéry, ovacionado en la presentación y que hizo un partido muy serio y maduro, demostrando en Málaga su evolución. Por el factor emotivo no era un partido sencillo de jugar, pero la perla malagueña hizo un partido de hombre, no de junior, refrendando la evolución que está exhibiendo en Manresa. Sin necesidad de higlights, acabaría con 15 de valoración, pero, sobre todo, demostrando aplomo y consistencia en alto nivel. Un Álex Reyes inspiradísimo cerraba el primer tiempo con un triple (49-56).
Ibon optó por cambiar la defensa a Alston, que tantos problemas generaba. Gran trabajo de partida de Tyson Pérez, que va creciendo paulatinamente, pero también constantes 2x1 contra el jugador americano para que soltara la bola y otro se encargara de crear. Recortaba distancias el Unicaja, pero volvía a estirar el Manresa. Se sucedían varios ataques con pérdida tras saque de fondo propio o canasta, algo poco frecuentes. De hecho, las 20 pérdidas (cierto que con un mayor número de posesiones) casi doblaban los guarismos habituales malagueños. Se agarró el Unicaja a un monumental Kameron Taylor, un jugador y un sistema en sí mismo. Es la joya oculta de este equipo, quizá un lujo que se disfruta para solaz del aficionado cajista.
Pese a que el número de jugadores con nivel alto de concentración y piernas a la vez no era el óptimo, había sido una semana previa de carga de trabajo, el Unicaja fagocitó en el cuarto final al Manresa en 10 minutos primorosos en los lados de la pista. Los árbitros habían dado un concierto durante el resto del partido hasta encender al Carpena y desesperar a los jugadores de los dos equipos. Pero es cierto que dejaron ser agresivos al final. Y ahí el Unicaja volteó el duelo apoyado en la electricidad de un Palacio que paladeó el título de Copa pero que piensa en algo gigante. Para ello quizá debe encontrarse más adelante con este fabuloso Baxi Manresa, que honró al juego y que fue un rival estelar para la fiesta del título de Copa. Quizá no sea la última esta campaña.
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