Unicaja-NBA G League United, final de la Copa Intercontinental: Bendita costumbre (13:00)

Ahora parece rutinario y puede percibirse como de valor inferior, pero a no mucho tardar se echarán de menos estos momentos. El Unicaja juega su octava final desde febrero de 2023. Dos años y medios de locura, con seis títulos y otro más a 40 minutos. En Singapur (13:00 horas) intenta revalidar la Copa Intercontinental ante el NBA G-League United, combinado de la liga de equipos vinculados de la mejor competición del mundo, una interesante mezcla de hombres de alto potencial sin los mecanismos y la química de un equipo más sólido, tendente a la anarquía, pero con jugadores de mucha calidad y peligrosos en un partido oficial y con un título en juego pero con sólo un mes de trabajo para un Unicaja que da una vuelta de tuerca al proyecto ganador en el que se instaló en el último trienio.

El valor del título se lo da cada uno, pero es un trofeo oficial y es un estímulo para un bloque con aún la mitad de jugadores que forman parte de desde el inicio de un ciclo estelar y que han demostrado ese ADN de manejarse en las finales con una puntería de los transatlánticos y para los nuevos que llegan, con pujanza y con retos personales para exhibirse en un escaparate de primer nivel europeo. Singapur ofrece la oportunidad de alzar plata al cielo.

El NBA G League United, con Joe Blair, histórico pívot que fue MVP de una temporada en la Euroliga, al mando en el banquillo reúne a expertos como Chasson Randle, base que estuviera en el Real Madrid, y Devin Williams, fallido fichaje del Unicaja hace tres años, con otros más jóvenes, aún en esa carrera por instalarse en la NBA. El fino escolta zurdo Jaden Shackelford (23 puntos de media y canasta para ganar al Flamengo) y el potente alero Feron Hunt (22.5 puntos, 8.5 rebotes y 5 asistencias) han impactado bastante en los partidos ante el Flamengo y el Illawarra, un grupo teóricamente más complicado que el del Unicaja, con el campeón de Sudamérica y de Australia en el que ha habido mayor igualdad. También está Jamarion Sharp, que con 2.24 es el techo de la competición y tiene sus dosis de intimidación.

En el Unicaja, se supone que con Chris Duarte de vuelta tras descansar en el segundo duelo, la versión fue bastante mejor ante el Utsunomiya y es la senda para intentar revalidar el título. Hubo más nivel defensivo, más frescura, dentro de una idea de rival que se adaptaba bien a lo que propone Ibon. También juega rápido y a muchas posesiones el combinado estadounidense. 40 minutos separan al equipo malagueño de otro título en el corazón de Asia, a miles de kilómetros de Málaga pero con la calidez que produce un equipo legendario que quiere reconstruirse ganando.