Unicaja, oportunidad en el problema

La opinión acerca de David Kravish dentro del vestuario del Unicaja y en el staff del equipo es mejor de la quizá existe en el exterior, donde no se entendió demasiado bien una renovación hasta 2028 (aunque con los cortes pertinentes) del pívot estadounidense, ya con 33 años. Dentro se le considera un jugador de los que engrasa un equipo, con cualidades que escasean en hombres grandes o que se van de presupuesto, el largo contrato iba por ahí, estabilidad a cambio de menos ficha anual. Y humanamente es de los que hacen equipo y tiene perfectamente integrados los conceptos que propone Ibon Navarro.

Pero ahora hay que buscar un relevo para el pívot de Illinois, que estará fuera hasta después de la Copa del Rey en el mejor de los casos, más todo el proceso de ponerse en forma. En ello está el club cajista, en una carrera en la que hay equipos top de Euroliga para fichar a jugadores en esa posición, aunque la ventaja malagueña respecto a los españoles (Madrid está en el mercado para ese puesto y Baskonia podría también) es que tiene el comodín de que puede carecer de pasaporte europeo o cotonou. Sólo James Webb no lo tiene en la actual plantilla.

¿Buscar un perfil similar a Kravish? ¿Reforzar atléticamente al equipo, que parece quedarse algo corto por dentro? Sucede que no es verano y que el mercado ofrece piezas limitadas y que habitualmente no casan con las características demandadas. En la filosofía de estos años del Unicaja se ha primado no fichar durante las temporadas, con el razonamiento acertado, visto el resultado, de que la carestía de jugadores se intensifica durante la temporada, y por ello hacer plantillas largas, con jugadores versátiles. De hecho, la última contratación a mitad de temporada fue la de Yankuba Sima en las navidades de 2022 después de que Augusto Lima se rompiera el ligamento cruzado de la rodilla. Después, se han completado dos campañas (2023/24 y 2024/25) sin temporeros, aunque sí es cierto que en el inicio de la 23/24 estuvo Illimane Diop durante un par de meses de arranque por las lesiones de Kravish y Sima y jugó tres partidos oficiales. Pero cuando regresaron los otros interiores salió a principios de octubre el hispano senegalés. También estuvo esta campaña Addae-Wusu hasta el Costa del Sol por los mismos motivos.

Pero cuando las lesiones graves llegan hay que actuar y hay margen económico para hacerlo. Dentro del problema serio que es una lesión de un jugador importante puede haber también alguna oportunidad para fortalecer al equipo en esos defectos que se han detectado en este primer mes de competición. El mercado NBA ha liberado algunos jugadores, pero octubre aún es pronto para que se den por vencidos con el plan B de los contratos two-way y la G-League. Hay otras opciones más del mercado europeo, alguna que supondría hacer algún desembolso para cortar contrato con club de origen o algún jugador libre pero con la falta de ritmo o incógnitas físicas que no ayudan. En ese proceso de evaluación se encuentra ahora mismo el Unicaja.