El play off es el asidero que le queda al Unicaja para maquillar una temporada gris. Está en la pelea por entrar entre los ocho primeros, donde hay una dura batalla. La derrota contundente y amarga frente al Hereda San Pablo Burgos deja varios asuntos de manifiesto. Uno es que el conjunto burgalés ya es casi inaccesible, al igual que el Valencia Básket. Ambos han abierto una brecha de cuatro victorias con el equipo malagueño, más el average en el caso de los de Joan Peñarroya. Quedan nueve partidos por delante en la fase regular. Sí se puede luchar aún el séptimo lugar, a dos triunfos. Aunque que el Joventut ya esté eliminado de la Eurocup tampoco beneficia. El foco está ya plenamente en la Liga Endesa. 

Hay una tendencia clara, obviamente preocupante, del equipo malagueño. Le ocurrió con Luis Casimiro y, aunque la muestra es menor, también con Fotis Katsikaris. En la ACB ha sido inferior de manera clara a los siete clubes que tiene por delante. El balance es claro en los 10 partidos que disputó con los rivales que marchan por encima en la clasificación. Un 1-9 demoledor, donde sólo se cuenta por victoria el asalto a La Fonteta en la primera vuelta en otro momento delicado del curso. En el resto de choques terminó cayendo, lo que no es definitivo si se termina colando en las eliminatorias por el título, pero sí un mal augurio. Jugó ya los dos encuentros frente al Barça y el Burgos. 

No le queda de aquí a mayo un calendario sencillo. Debe visitar al Iberostar Tenerife y al Baskonia y al Carpena vendrán el Joventut y el Real Madrid para cerrar la fase regular. Es en Málaga donde ha tenido problema severos para medirse a los equipos más potentes. El 0-5 es clarificador. En el Palacio estará el sábado 10 de abril el Morabanc Andorra, otro de los partidos cruciales, ya que es el club que marcha noveno con 12-14. 13-14 es el balance cajista. Décimo es el Baxi Manresa, con el que está perdido el average de manera definitiva, con 12-15. 

Hay dos facetas del juego que penalizan sobremanera cuando se ha demostrado que a ciertos niveles el Unicaja tenía un tope competitivo. Ante estos siete equipos mete 77.2 puntos y encaja 85.8. Una brecha sintomática, más grave aún cuando en esos 10 partidos perdió en siete ocasiones la pelea por el rebote. Malcolm Thomas, además de la irrupción de Yannick Nzosa, paliaron en parte esas carencias por la configuración de la plantilla, pero no es suficiente a medio plazo. Mejora mucho el balance con los que están por detrás, donde el conjunto cajista se engancha al play off. Un 12-5 que aún le permite ser octavo.