Unicaja-Real Madrid: Un gran test con derrota y los primeros destellos de Duarte (82-89)

Primer Unicaja-Real Madrid de la temporada, sería buena señal que se repitiera tanto como en la anterior, para cerrar el Costa del Sol en el Carpena. Llenazo, el equipo contagia y el rival siempre atrae, además de los precios populares. No es tiempo de resultados ni de conclusiones, sino de percepciones e impresiones. Fue una prueba interesante, pero el debut de Chris Duarte, con toda la atención que ha concitado su fichaje, estuvo por encima de todas las noticias. En poco menos de 15 minutos metió 14 puntos, con un triple sobre final de posesión desde más de nueve metros que encendió al Carpena. Un talento superlativo con el que es complicado no soñar dentro de la coralidad que propone en sus roles y estructuras Ibon Navarro. Pero es un botón rojo para este equipo que puede elevar el nivel. También se ganó al Carpena Dylan Addae-Wusu, un jugador recién salido de la NCAA que está ayudando en la pretemporada y que es todo corazón. Puede ganarse un contrato ACB. El partido se acabó perdiendo (82-89), pero las sensaciones quedaron, compitiendo ante el equipo más poderoso del país.

Ibon no contó esta vez con Castañeda y Djedovic. Tuvieron, a la espera de Alberto y Balcerowski, su hueco Manu Trujillo, Butajevas y el citado Addae-Wusu, que deja una grata impresión en el trabajo diario y que se llevó un par de ovaciones del Carpena por su entrega e hiperactividad. El Unicaja empezó dominando el duelo (28-15 en el primer cuarto) después de 10 minutos de buen baloncesto y niveles de acierto interesantes, siempre dentro del contexto de la pretemporada. Kalinoski con confianza, después de un tramo final de la pasada temporada en la que, siempre aportando en todos los aspectos del juego, no la tuvo cerca de su tope en anotación. Sulejmanovic y Webb se presentaban ante la afición del Carpena mostrando detalles de lo que pueden ser. El bosnio es un guerrero para todos los días, algo que se buscaba. Percutió y peleó ante cincos más grandes. El americano estuvo activo atrás, con buenas manos. Se producía el debut de Chris Duarte, esperadísimo. Con minutaje muy limitado tras poco entrenamiento, el dominicano dejó gotas de su esencia. Un corte hacia canasta y una penetración ante Tavares que acabó en pivotaje y un fade away para sortear al gigante. Después, un triple en su segunda rotación. Su calidad es inmensa, muy pocas veces vista en Málaga. Falta ver su encuadre en un ecosistema con sus particularidades.

La tendencia cambió en el segundo cuarto, el Madrid subió los niveles de intensidad, también con varias ausencias. Se jugó al ritmo de Campazzo entonces y Garuba mostraba que en su segunda temporada tras el regreso seguramente sea un jugador mucho más impactante en pista. Está más definido. Tavares nunca deja de hacer daño, obviamente. Llegaba a ponerse el Madrid por delante, pero el Unicaja recuperaba buenas sensaciones con un quinteto de vuelta más sólido (40-38 al descanso).

El Madrid subió la intensidad en el arranque, otra vez con Garuba, pero el Unicaja fue progresivamente tomando el mando del partido, con Addae-Wusu impactando en los dos lados de la canasta y con otra ráfaga de Duarte, provocando tiros libres y metiendo un triple impresionante cuando la posesión se agotaba. Con tantas ausencias es complicado vislumbrar qué es probatura para el futuro o qué se hace para cuadrar cargar y minutajes, pero había algunas estructuras de quintetos interesantes, con Webb de tres. Fluía el Unicaja, con 29 puntos en el cuarto (69-58), otra vez con un buen tramo de Kalinoski.

Dominaba hasta por 13 puntos el Unicaja, pero el Madrid siempre compite, también en pretemporada. Dos triples de Llull metieron de lleno (75-71). Después, cuatro tiros libres tras una muy dudosa falta de tiro sobre el menorquín de Tillie más una técnica a Ibon. Y una secuencia de malos ataque permitió el sorpasso (77-77). Y ya dominaron el partido Llull y Feliz para conseguir la victoria. Un gran test de pretemporada que puede vivirse de nuevo en la final de la Supercopa en la misma pista si ambos conjuntos ganan sus semifinales, con un Real Madrid reforzado con físico en el proyecto Scariolo, que vio el partido al lado del banquillo madridista junto a Sergio Rodríguez y Martyinas Pocius, la cabina de dirección.