Unicaja

Un verano de pico y pala

  • El Unicaja afronta dos meses cruciales con el objetivo de revertir la situación deportiva y encontrar estabilidad en lo institucional

Fotis Katsikaris, en un tiempo muerto con el Unicaja.

Fotis Katsikaris, en un tiempo muerto con el Unicaja. / acb photo

Los planes iniciales del Unicaja es comenzar la pretemporada en la segunda semana de agosto, aunque no es un escenario fijo. Sí está claro que de hoy a entonces el club de Los Guindos está ante algo más de dos meses trascendentales. Después de una temporada desastrosa hay muchos fuegos que apagar. Dentro y fuera de la pista.

Lejos del parqué hay muchas cuestiones que necesitan de respuestas que aún no tienen. Y deberían porque se está perdiendo un tiempo precioso. La eliminación en el play off debería permitir ir un paso por delante, pero no está siendo el caso. El equipo malagueño aún no tiene presidente después de la dimisión de Eduardo García y es urgente una reestructuración de la pirámide. Hay que tener en cuenta que Manolo Rubia está a semanas de jubilarse, por más que se le haya encargado configurar la próxima plantilla. En esa escalera lo único que parece que, por el momento, está claro es la continuidad de Fotis Katsikaris. El efecto dominó va en sentido contrario, lo que da muchas pistas de lo que se cuece ahí dentro. Hay necesidad de una estabilidad institucional para tomar decisiones importantes en el futuro a medio y corto plazo del conjunto cajista, así como saber con qué recursos se va a contar para construir el próximo proyecto.

Hay mucha tarea también en lo deportivo. Después de ser subcampeones de Copa del Rey y estar a una canasta de las semifinales en la ACB se cambiaron las líneas maestras y el resultado fue una catástrofe. La peor campaña desde la fusión. A falta de conocer el presupuesto hay siete jugadores con contrato garantizado para la próxima temporada: Abromaitis, Brizuela, Bouteille, Alberto Díaz, Carlos Suárez, Jaime Fernández y Yannick Nzosa (en su caso no se comunicó oficialmente el contrato profesional que se le firmó). Es decir, salvo alguna salida inesperada por cualquier circunstancia del mercado o a nivel de club, el grueso ya está en Málaga. Y hay que tomar dos decisiones de mucha trascendencia. Qué hacer con Francis Alonso y Rubén Guerrero, dos canteranos con los que se termina el vínculo pero hay un año opcional. Es una situación muy delicada y con muchos asteriscos.

Así, el Unicaja volverá a estar muy activo en el mercado. No tendrá el potencial de otros veranos, pero sí la necesidad de hacer al menos cuatro movimientos. Casi un fichaje por posición. La excepción es el puesto de escolta, hasta ahora bien cubierto. Serán dos meses de pico y pala para cimentar el Unicaja 2021/22.

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