Unicaja

La vida en la pintura

  • El Unicaja de Casimiro tiene a cinco piezas (Thompson, Gerun, Rubén, Abromaitis y Carlos Suárez) en el único sitio del campo en el que hay incorporaciones con respecto a la fase final de Valencia

Tim Abromaitis, en un entrenamiento con el Unicaja.

Tim Abromaitis, en un entrenamiento con el Unicaja. / unicaja b. photopress

La pintura será uno de los factores nuevo del Unicaja para la próxima temporada. Tres hombres para la posición de pívot, dos ala-pívots de garantías y un aprendiz de estrella demasiado joven para cargarle responsabilidad son, a priori, las piezas con la que Luis Casimiro dará vida a su juego interior. Volodymyr Gerun se unió al resto de sus compañeros en el entrenamiento después de confirmar sus negativos en las pruebas de la Covid-19 y a partir de mañana podrá funcionar con total normalidad.El propio Thompson junto a Gerun y Rubén Guerrero son los hombres altos del equipo malagueño. A sus 31 años, el californiano está en plena etapa de madurez en su juego y se le ha visto trabajando en Los Guindos movimientos de pívot junto a un experto en el baile bajo los tableros como Germán Gabriel. En el segundo, y de momento último, año de su contrato en el conjunto malagueño ocupará el puesto de Elegar como hombre alto y está por ver cómo se reparte los minutos entre ese puesto y de ala-pívot, en el que Carlos Suárez y Tim Abromaitis son, sobre el papel, una pareja fiable.

Si su adaptación a una posición que ya conoce es una llave para abrir opciones en el juego interior del Unicaja, la aportación de Gerun y Guerrero también deberá apuntar más alto que la campaña pasada. El ucraniano estará por tercera campaña consecutiva en la ACB –la pasada en el Unicaja y la anterior en el Breogán– y una vez pagado su peaje de adaptación a un equipo con las exigencias del andaluz también se espera que evolucione en su rendimiento. A sus 26 años aún tiene un margen de mejora notable y condiciones para ello. La apuesta por él del conjunto de Los Guindos deberá recoger más frutos esta campaña que la pasada en la que fue de los más utilizados en la posición de cinco.

Con más ojos puestos que él y también en su año final de contrato –aunque Gerun tiene opción a un tercero– está Rubén Guerrero. Su progresión subió un escalón justo antes de que se parasen los partidos por la crisis del coronavirus Covid-19. Es un pívot que comienza a dar rendimiento pero que aún sigue en fase de formación. Trabajo y crecimiento deben de ser sus constantes en los próximos años. Una pieza con vínculos fuertes con el proyecto pero con mucho camino aún por delante para definir su techo. También tiene cualidades dentro y fuera de la cancha que hacen ser optimistas con su progresión, pero un exceso de presión puede pasar factura.

Junto a los tres centers, Casimiro tendrá a alguien demasiado joven para ser juzgado. N’Zosa tiene el brillo de futuro jugador dominante y este año seguirá probando el trabajo junto al primer equipo del Unicaja. Su evolución y las circunstancias podrán darle minutos. En invierno cumplirá 17 años y a pesar de su envergadura y condiciones cualquier pelea en la pintura de ACB o Eurocup parece prematura para él. Eso sí, quema etapas de manera rápida, es capaz de sorprender, algo tan bueno como peligroso en edades de formación. Con este panorama, el banquillo trabajará para darle un nuevo aire a la pintura verde que le permita el crecimiento escondido.

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