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Jugueterías de Málaga, dos horas más que ayudan pero no salvan la campaña de Navidad

  • Las restricciones de movilidad y el cierre del resto de comercios a las 18:00 están frenando las compras en tienda

  • Y contra el gigante de la venta on line poco pueden hacer

La tienda de Juguetes CArrión de la calle Nueva abierta mientras cierran sus vecinas.

La tienda de Juguetes CArrión de la calle Nueva abierta mientras cierran sus vecinas. / Javier Albiñana (Málaga)

La pandemia ha dejado a los pajes de los Reyes Magos más tímidos que nunca. Así que la campaña navideña, que supone el grueso del negocio del año para las jugueterías, no está dando los frutos que quisieran. Aún así, la ampliación del horario comercial hasta las 20:00 está resultando beneficiosa para atraer a la clientela. Alivia el bache, pero no lo salva. Si continúan las restricciones de movilidad y el cierre del resto del comercio a las 18:00 no tienen mucha esperanza de recuperar lo perdido.

“Fue una solicitud que le hicimos a la Junta de Andalucía para evitar aglomeraciones de última hora o que se desvíen todas las compras al gigante de la venta on line”, comenta Arturo García Carrión, gerente de Juguetes Carrión. “Pero necesitamos la sinergia del resto de comercios para que la gente se acerque a comprar y que puedan desplazarse desde otros municipios, es fundamental que el público venga a la tienda”, agrega.

En su negocio se marca el 1 de noviembre como inicio de la campaña navideña. “Este año lo llevamos mal”, confiesa. “Todo lo que se vende de menos no lo vamos a recuperar en un futuro, porque el cliente que no puede moverse o que no tiene un horario de trabajo compatible recurre a la venta on line, es un problema que afecta a todos los sectores salvo a la alimentación”, apunta García Carrión.

Para ellos no es nuevo, compiten “en inferioridad de condiciones” desde hace tiempo pero “lo que hubiera pasado en tres años ha ocurrido en dos meses y esto se va a traducir en la pérdida de empleo, en el cierre de mucho comercio local”, añade el gerente de juguetes Carrión.

En El Corte Inglés aseguran que la respuesta en juguetes “está siendo buena”. Dejan esa planta abierta y hay acuden clientes que “llegan con los deberes hechos, con las ideas muy claras, se nota que se han trabajado el pedido antes”, explica el responsable de relaciones externas Eduardo Barrero. También ayudan la promoción del 25% que lanzaron el 1 de noviembre y que se prorroga hasta este domingo y la nueva app, con la que se hace entrega en domicilio en dos horas con una tarifa plana al año de 19,90 euros.

“Está siendo una campaña rara, tenemos existencias de todo, no ocurre como otros años en los que hay productos que causan furor y se agotan, hay más diversidad”, indica Barrero. Eso sí, en el apartado tecnológico, la playstation 5 se compró con reserva previa y ya está agotada hasta que Sony vuelva a enviar a España.

Consolas y juegos electrónicas volverán a ser regalos estrellas, que convivirán con los Super Things, las muñecas Lol, el Baby Yoda, los bebés llorones y los clásicos que nunca fallan, las cajas de Playmobil y Lego.

Los bebés llorones, de los más vendidos este año. Los bebés llorones, de los más vendidos este año.

Los bebés llorones, de los más vendidos este año. / Javier Albiñana (Málaga)

En la juguetería Poly del centro comercial Vialia la apertura hasta las 20:00 no está sirviendo de mucho. “La verdad es que no estamos notando la venta, todo el centro comercial está cerrado y el público prefiere venir antes de las seis por si tiene que hacer otra compra más”, comenta Daniela, la encargada.

Pero sí han notado en su tienda que algunos han adelantado sus compras por miedo a nuevos confinamientos más estrictos, a aglomeraciones o para evitar las esperas ante las limitaciones de aforo. “Sobre todo la gente mayor que domina menos internet y prefiere venir a la tienda”, apunta.

Eso sí, está claro que “otros años por estas fechas había más movimiento”, indica Daniela. La página web les está funcionando mejor que otros año, están incluyendo promociones, pero esto no evita “el bajón que hemos tenido”. Aunque siendo optimista, Daniela subraya que “podría haber sido peor”. Al menos se consuela sabiendo que los números no llegan a los del año pasado pero se quedan más o menos cerca.

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