Redescubriendo la provincia

Ruta de Periana a Alfarnatejo, con meta en Pulgarín Alto y vistas a la senda de los Tajos

  • La etapa 9 de la Gran Senda de Málaga nos ofrece hermosas vistas de los tajos de Doña Ana y Gomer

  • El recorrido nos muestra la mole de los tajos de Doña Ana y el Bermejo al tiempo que extensos campos de secano donde predominan los olivos

La senda se encuentra por el camino con el cortijo Los Peñones.

La senda se encuentra por el camino con el cortijo Los Peñones.

La ruta que proponemos esta semana conecta las localidades de Periana y Alfarnatejo con meta en Pulgarín Alto, una pedanía del municipio tejón. El trazado corresponde a la etapa 9 de la Gran Senda de Málaga y el trayecto se mueve a través de un camino que recorre la base de distintas elevaciones de la cordillera antequerana, lo cual nos regalará la vista con impresionantes paisajes.

Con una extensión de algo más de 13 kilómetros, y una duración aproximada entre las tres y las cuatro horas, la novena etapa de la Gran Senda de Málaga arranca, como decimos, en Periana donde se callejea un poco por el pueblo para buscar un ascenso en la calle Torre del Mar.

El camino es parte de una vereda pecuaria que va desde el pueblo al Boquete y que muy pronto contacta con la estación de Periana y de la Muela, entroncándose así con el antiguo trazado del ferrocarril suburbano, con el que coincide durante casi la mitad de la senda.

De la línea de ferrocarril de Málaga a Ventas de Zafarraya, que fue desmantelada, solamente se conservan parte del pavimento y las construcciones anexas como algunos puentes y viaductos.

Como curiosidad, un poco de historia: el proyecto nació con la Compañía de Ferrocarriles Suburbanos de Málaga en 1905. En lo referente a la zona de la etapa 9, el tren llegó a Periana en en el año 1921 y enlazó con las Ventas de Zafarraya en 1922.

Uno de los puentes sobre el trazado del ferrocarril. Uno de los puentes sobre el trazado del ferrocarril.

Uno de los puentes sobre el trazado del ferrocarril. / malaga.es

Debido a las fuertes pendientes que había que salvar y pese al trazado de amplias curvas hubo que dotar a las máquinas de un sistema de ruedas engranadas, la conocida cremallera, conectadas a unas muescas del interior de la vía férrea. En 1960 quedaría clausurada la vía, que nunca llegó a unir la provincia con la capital granadina.

Pero sigamos, que nos liamos: el camino va ganado altura poco a poco. Se pasa por una zona de cantera reconvertida en escombrera y en las proximidades del cortijo de los Peñones las vistas hacia toda la baja Axarquía son impresionantes: aquí y allá, peñascos calizos componen un dédalo de pasillos rocosos.

También hay que destacar las vistas hacia poniente y levante del Arco Calizo Central y los espléndidos ejemplares de pino carrasco que jalonan el camino asentando los taludes.

La aldea de Marchamonas desde la de Guaro. La aldea de Marchamonas desde la de Guaro.

La aldea de Marchamonas desde la de Guaro. / malaga.es

Continuamos y dejamos los cruces al Fuerte y Mezquita y se corona una loma entre los cerros de los Mosquitos y de López donde se acaba la coincidencia con la antigua vía férrea.

Se comienza a descender hacia el oeste y se deja el desvío hacia Marchamona que domina desde su altozano pétreo la cuenca del río Guaro. Casi dos kilómetros después: la aldea de Guaro. La cantidad de construcciones rurales en esta zona es muy elevada, desde meramente cortijadas hasta núcleos de población.

El camino va justo al pie de la montaña, con lo que los paisajes resultan muy serranos, con las moles rocosas levantándose muy altas por encima de las casas.

El pantano de la Viñuela visto desde la lejanía. El pantano de la Viñuela visto desde la lejanía.

El pantano de la Viñuela visto desde la lejanía. / malaga.es

En el cortijo de Zapata el flanco sur de la sierra de Enmedio aparece cubierto por un tupido bosque de acebuches. A partir de la cortijada el camino se interna en una verdadera selva cubriendo antiguos olivares con todas las especies mediterráneas adaptadas a las solanas, con especial mención a los enormes lentiscos y las trepadoras.

Tras el penúltimo altozano se desciende entre olivos en busca del cortijo de la Cueva, con buenas vistas sobre el Corredor de Colmenar-Periana.

La última parte baja entre olivos centenarios, con algunos de los árboles de enormes dimensiones y tortuosos troncos.

La etapa en Pulgarín Alto con el Tajo de Doña Ana al fondo. La etapa en Pulgarín Alto con el Tajo de Doña Ana al fondo.

La etapa en Pulgarín Alto con el Tajo de Doña Ana al fondo. / malaga.es

El camino termina desde donde se pueden admirar algunos de los cortados que han hecho posible la célebre y turística Ruta de los Tajos, concretamente el Bermejo y el de Doña Ana.

Los pequeños caseríos de Pulgarín Bajo y, al otro lado de la carretera, Pulgarín Alto, las dos aldeas de Alfarnatejo, acogen ya al senderista en este final de tramo en la etapa 9 de la Gran Senda de Málaga.

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