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Un vistazo a la historia para conocer la Semana Santa

  • El archivo de la Agrupación de Cofradías conserva recortes de prensa del siglo XIX y el legado de artistas como Juan Casielles y Jesús Castellanos

Entre el bullicio que llena las dependencias de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa existe un remanso donde las prisas se quedan en la puerta. En la primera planta del antiguo Hospital de San Julián hay espacio para la historia, la singularidad y la preservación de cuantos elementos han compuesto la vida de la Semana Santa malagueña.

El archivo histórico de la institución cofrade no detiene su actividad pese a que las jornadas de Pasión están a punto de llegar. En la mesa principal reposan dos carteles originales de los años ochenta tras su restauración. Más de 130 cajas de documentación sobre la Agrupación de Cofradías y sus hermandades, 700 volúmenes en la biblioteca, 220 archivos audiovisuales, recortes de prensa que comienzan en 1874 y un millar de fotografías recopilados en los casi cien años de historia del ente ocupan uno de los lugares menos conocidos en San Julián.

"Los empleados de la Agrupación de Cofradías eran los responsables de recopilar la información hasta que en los años ochenta, y coincidiendo con el traslado a la nueva sede, tomase las riendas Dolores Carrera y crease el archivo tal y como hoy lo conocemos", detalla Trinidad García-Herrera, quien comanda el equipo actual. Junto a ella, los cofrades José María de las Peñas, Raquel Espejo y María Victoria García-Herrera cuidan que cada legajo o documento que existe en su interior o llega sea convenientemente datado.

En su interior, además de información de oficio, se almacenan piezas históricas. Aunque ubicada en el despacho del presidente de la Agrupación de Cofradías, el departamento histórico y patrimonial conserva una carta con sobre en metal en la que se concede la medalla del Trabajo a Antonio Baena, constructor y primer presidente de la institución. También sus fondos guardan la colección de diseños de los desaparecidos Juan Casielles y Jesús Castellanos, así como los primeros trozos de la madera devastada con la que el imaginero Luis Álvarez Duarte realizaría la talla de la Reina de los Cielos.

Con cada donación recibida, el proceso a seguir les lleva a indagar si se trata de un documento original o una copia y, si no dispusiesen de la fecha, datar su procedencia y línea temporal. "En el último año hemos recibido de la familia Nogueira una colección de películas caseras de Semana Santa de los años cincuenta a los setenta; los primeros programas de Cruz Guía, decano de información cofrade en radio o los fondos audiovisuales del bordador Juan Rosén", explica Trinidad García-Herrera.

Una vez documentados se procede a su digitalización y conservación para mantener la historia viva y abierta a la investigación profesional. Entre sus pequeñas "reliquias", el archivo conserva también las exposiciones fotográficas realizadas por la Agrupación en los cincuenta, un número de La Saeta realizado a mano por cofrades anónimos en 1982 como propuesta satírica a la publicación oficial o una colección de chistes gráficos cofrades desde los inicios del siglo XX hasta la actualidad, salvando 30 años de censura humorística.

La labor del equipo de archivo supone horas de estudio y dedicación a una labor de silencio que permite conservar la historia y los recuerdos con los que aprender del pasado para nunca olvidar la larga tradición cofradiera de la ciudad.

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