El Balonmano Antequera recuperó su identidad ante el Valladolid y con el ánimo en alza volvió ayer a la senda de la victoria. La víctima fue el Keymare Almería, al que venció de forma muy cómoda (21-31). Mientras los de Ortega miran al frente con ilusión, los colistas almerienses ven negro su futuro. Muy negro.

El equipo malagueño sacó ventaja de los continuos fallos de su rival, en especial en la segunda parte, donde se despegó con facilidad en el electrónico y pudo haberse marchado con mayor diferencia de goles.

No obstante, en el primer tiempo los de la Ciudad del Torcal encontraron una fuerte oposición. El Almería ofreció su mejor juego e incluso se mantuvo por delante en el marcador hasta el minuto quince. A partir de ahí, el Antequera se marchó arriba de cuatro goles (6-10) y mantuvo la renta hasta el descanso (12-15).

Tras la reanudación, el panorama se tiñó de verde. Los de Ortega golpeaban a los locales con brillantes contraataques y se hicieron claros dominadores de la contienda. Tal superioridad sirvió al Antequera para encadenar varios parciales de 4-0, merced también al acierto de Obradovic, máximo anotador del choque. Hasta el final, el almeriense Marcos Tomás se erigió en protagonista al evitar una sangría mayor.