Los grupos neonazis intentan captar adeptos en los centros educativos de sus áreas de influencia. Así, en las proximidades de los colegios e institutos de Nueva Málaga y Portada Alta, donde la Policía tiene localizados a los dos grandes bastiones de cabezas rapadas de la capital malagueña, se puede leer apología fascista y lemas xenófobos. La jefa de estudios de uno de los colegios encuestados por este medio, donde dice que estudian jóvenes de distintas razas, cuenta que desde que se inició el curso han tenido que avisar a la Policía en varias ocasiones porque algunos niños de color han sufrido amenazas a la salida de clase por parte de grupos externos de estética skin heads.

“La mayoría eran adolescentes, todos con estética fascista, y dirigidos por otro mayor de edad, de unos 30 años”, explica la profesora. Estas amenazas fueron “hechos aislados”, pero las pintadas se extienden desde Nueva Málaga y Portada Alta. En las últimas semanas fueron retiradas algunas en Nueva Málaga, pero ya han aparecido otras nuevas. “Seguimos vivos y pateando” o “Sharp (skins de izquierda) sin cabeza, barra libre de cerveza” son lemas que se exhiben junto al colegio Ramón Simonet.

Hasta el momento, estos ataques no han llegado a ninguna de las sedes de la Universidad de Málaga (UMA), sólo a la residencia Alberto Jiménez Fraud, en Portada Alta, donde los nazis quieren ver que “la calle es nuestra” (este lema puede leerse en distintas pintadas en barrios citados) y escriben cosas como “Hitler tenía razón”, además de esvásticas y otros símbolos. Más allá del vandalismo que supone cualquier pintada, muchas de estas constituyen un delito castigado con entre uno y dos años de prisión por negar el genocidio.

Un experto en Psicología Social de grupos de la UMA, Jesús Canto, cree que las pintadas en los colegios obedecen a una estrategia de captación de los jóvenes. “La antesala del fascismo siempre es el racismo”, dice. En este sentido, considera que la crisis ofrece a estos grupos radicales una buena oportunidad para hacer campaña y apología. También considera que las administraciones deben estar alerta. “Su objetivo es convencernos a todos, como cualquier movimiento religioso o político. Pero saben que determinadas barriadas y determinados sectores son más sensibles a sus planteamientos. Es decir, los nazis saben que hay cierta gente más susceptible”, arguye Canto.

De la explicación de este experto se desprende que no es casualidad que las pintadas neonazis se concentren en las proximidades de los centros educativos, pues, según añade el propio psicólogo, los jóvenes son uno de los colectivos más influenciables dado que están en una etapa de formación. “El movimiento nazi se potencia de gente joven porque son un caldo de cultivo. En los centros educativos muchos alumnos no quieren estudiar y pueden encontrar en estos grupos una salida”, agrega el experto.

A la salida del colegio, este diario habló con distintos alumnos de centros de Portada Alta y Nueva Málaga. Los jóvenes no mostraron miedo ante las pintadas aparecidas en los últimos meses. Sí indignación. Además, dicen no sentirse influenciados por estos mensajes. Las madres y padres de niños consultados (algunos de los que ayer fueron a recoger a sus hijos) sí evidenciaron más temor. “Sabemos que en el barrio (Nueva Málaga) hay grupos de nazis y nos da miedo”, dijeron. Este medio no pudo recabar la versión del delegado de Educación, José Nieto, pero sí la de algunos directores de los centros, que negaron que sus alumnos pudieran estar relacionados con movimientos neofascistas y trasladaron un mensaje de calma frente a las fachadas llenas de pintadas xenófobas y nazis en sus barrios.