John Markoff. Periodista del 'The New York Times'

"Wikileaks se ha convertido más en un problema que en una solución"

  • Fue una de las pocas personas de su periódico en acceder a la mayor filtración de documentos del gobierno de EEUU · En Málaga imparte una charla y un taller sobre nuevas tecnologías e intercambio de conocimientos

Su presencia en Málaga será más analógica que virtual. Habituado a entenderse con internet como si fuera su lengua materna, el periodista estadounidense John Markoff visita estos días el Ateneo y el PTA dispuesto a transmitir sus conocimientos sobre tecnología de la información, su poder sobre las masas y las consecuencias sobre la profesión que él mismo ejerce desde el The New York Times. "No sé si se podrá compaginar seguridad y anonimato", confiesa para referirse a las filtraciones en masa. 

 

-Su conferencia de hoy [por ayer] en el Ateneo se titula De la ciberdelincuencia a la ciberguerra, el lado oscuro de internet, ¿no se fía de la Red?

 

-La pregunta sería más bien ¿hay otra cosa que no sea el lado negro? Cuando empezó a funcionar internet lo hacía de una forma separada del mundo físico, era una comunidad aparte, pero ya cada vez más es un espejo de ese mundo físico, que refleja las cosas buenas y malas. El anonimato y la falta de seguridad son sus dos peligros. 

 

-¿No se puede considerar el anonimato como una ventaja?

 

-No sé si conoces el cómic que apareció en 1995 y donde se veía a dos perros, uno sobre una silla frente al ordenador y el otro al pie de la silla. Y éste le dice: "En internet nadie sabe que eres un perro" (risas). Pues esa es una de las mayores diferencias entre el mundo real y el virtual, esa posibilidad de ser anónimo o pseudo anónimo. 

 

-¿Cómo se podría compaginar anonimato y fiabilidad?

 

-Uno de los grandes problemas no resueltos es el de proteger la libertad de palabra y el discurso anónimo y que a la vez se haga de forma segura. No sé si eso se podrá compaginar.

 

-Periódicos como el suyo trabajan en un sistema que, al estilo de Wikileaks, permita recibir filtraciones anónimas por internet, ¿sería la panacea?

 

-Muchos periódicos, la mayoría, están tratando de hacer eso. The Wall Street Journal lo hizo pero muy mal en términos técnicos porque no protegía realmente ese anonimato. Yo fui de los pocos de los periodistas del The New York Times que ha tenido acceso a la base de datos de Wikileaks. Por ejemplo, con lo de China estoy preocupado porque si el Gobierno chino tiene acceso a esos datos es posible que llegue a gente a la que no tendría que llegar. Wikeleaks es ya más problema que una solución. 

 

-¿La tecnología debe estar al servicio del periodista o viceversa?

 

-Uff, esa es una pregunta muy difícil. Hay que recordar la relación de Assange con los periódicos tradicionales, a veces con ellos y otras contra ellos. No sé, pero con el tiempo Wikileaks parecerá más una obligación periodística tradicional.

 

-¿Las redes sociales pueden convertir a cualquiera en periodista? 

 

-No lo creo. Cualquiera puede informar a través de Facebook o Twitter, por ejemplo, pero la labor del periodista es encontrarle sentido a las cosas que se dicen por ahí y presentarla de una manera comprensible, de forma que de todo lo que sale se encuentre lo que tiene sentido y ayudar a la gente a entenderlo. Además, en las redes suele haber mucha información pero pocos reportajes. 

 

-¿Usted ha escrito muchos artículos sobre los hackers, ¿conforme avance la tecnología disminuye la seguridad del internauta?

 

-Este es el peor de los momentos. Cuando aprendimos a conducir coches todo era más peligroso, al principio había muchos accidentes, y desde que existe el código de circulación hay menos muertos. Pero no creo que la analogía funcione con internet. No habrá más gente competente, al revés, cada vez habrá más gente que no entienda.

 

-¿No hay solución entonces?

 

-Para resolver el problema hay que volver a empezar y rediseñar internet. Cuando nació, la única preocupación de la gente era mandar un mensaje del punto A al B sin preocuparse por la seguridad. Ahora las barbas grises que estuvieron en ese momento están empezando a crear un red de confianza.

 

-¿La comunicación por internet ha sido tan determinante en las revueltas sociales? 

 

-Más que internet, en la primavera árabe ha sido más importante la televisión por satélite, como Al Jazeera, por ejemplo. 

 

-¿El éxito de su conferencia en Málaga se medirá por la cantidad de tweets que genere?

 

-Espero que no se mida la productividad ni el interés por el número de tweets (risas). Aún no es una métrica válida, no se sabe bien por qué la gente lo hace. Precisamente, The New York Times ha creado un grupo que que estudia la epistemología de los tweets a través de una representación gráfica . 

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