La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, no cree necesaria le ley andaluza de función social de la vivienda. Al menos, ella no es "partidaria" de esta norma que entró en vigor la semana pasada. Para la ex ministra y ex alcaldesa de Sevilla es suficiente con "la legislación de ámbito nacional" dirigida a "evitar todo lo posible los alzamientos de viviendas a personas o familias que de buena fe quieren pagar" pero por "circunstancias imprevistas" no pueden hacerlo.

Becerril se mostró contraria "a fragmentar y que cada comunidad autónoma actúe por su cuenta y riesgo en temas tan generales que afectan a todos los españoles". En este sentido, la defensora recordó que primero hubo un decreto y luego, en junio, "una modificación de la legislación en materia de vivienda, para evitar todo lo posible los alzamientos de viviendas a personas o familias".

Las declaraciones de Becerril tienen lugar dos días después de que la Consejería de Fomento y Vivienda presentara al Consejo de Participación su nuevo Plan de Viviendas, en el que destaca la promoción de las cooperativas, la potenciación de la autoconstrucción de viviendas protegidas con la colaboración de los ayuntamientos y la creación de una bolsa de inmuebles para que puedan ser permutados.

La patronal andaluza de la construcción, Fadeco, expresó su recelo y desconfianza hacia este plan, ya que a su juicio "no se concretan las formas de financiación". Fadeco emplaza al departamento que dirige Elena Cortés a que "cierre el plan anterior, que terminó el 31 de diciembre de 2012" y recordó que "nos deben dinero de las subvenciones, pues hay empresarios que tienen las viviendas con calificación definitiva y no se le han pagado las subvenciones". "Nos deben todas las subvenciones por las promociones de viviendas del anterior plan", recalcaron fuentes de Fadeco, que no obstante reconocen que "más que Fomento y Vivienda, sabemos que es una cuestión más de la Consejería de Hacienda y Administración Pública".

Para la patronal, el nuevo plan "es inconcreto", toda vez que "se trata de un plan marco, que se deberá desarrollar luego a través de programas que se aprobarán por orden de la Consejería, pero no queda claro cuáles serán en concreto los mecanismos de financiación". "El nuevo plan habla de fondos europeos o de los fondos del Ministerio, pero no sabemos qué cantidad se transferirá", agregó Fadeco, que considera que "no tiene sentido hablar de un plan sin hablar del dinero".

En la patronal andan "escaldados, pues "el anterior plan fracasó porque faltaron los euros", de manera que "si hubiera tenido financiación, el plan anterior hubiera sido un éxito".