Andalucía

El TSJA suspende la jubilación forzosa a los 67 años de otro médico del SAS

  • El tribunal de lo contencioso deja sin efecto de forma cautelar la resolución por la que se le retiró con esa edad

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha suspendido de forma cautelar la resolución del SAS que impuso la jubilación forzosa a los 67 años a un médico del Hospital Regional de Málaga que quería seguir trabajando. Es el segundo facultativo que logra un pronunciamiento judicial en ese sentido.

El médico es Manuel Rodríguez, un anestesiólogo que creó la Unidad del Dolor del hospital en 1989 y que luego la dirigió durante 33 años hasta que el pasado 27 de octubre cumplió los 67. Lo primero que hizo ayer tras conocer el auto fue informar a sus ex compañeros de trabajo. "Cuando el SAS me jubiló de manera forzosa, me sentí material desechable. Como un vaso de plástico que se usa y se tira. El que quiera jubilarse con 65 años, que se jubile; pero el que quiera seguir, sea médico o cualquier otro trabajador, si está en condiciones físicas e intelectuales, debería poder seguir. En ese caso, la jubilación debería ser pactada entre trabajador y empresa. La jubilación no debe ser una obligación".

Para Rodríguez, la Administración está en su derecho de hacer un examen psíquico y físico en esos casos y que éste debe ser superado. Pero cree que si el profesional lo desea, cumplidos esos trámites, debe poder continuar en activo hasta los 70.

El auto de la Sala de lo Contencioso del alto tribunal andaluz es el segundo que de forma cautelar deja en suspenso la jubilación forzosa de un facultativo. Ya hace un par de meses, otro juzgado se pronunció en el mismo sentido en el caso del ex jefe de Endocrinología del Regional, Federico Soriguer. "Estas resoluciones van a abrir camino porque a partir de ahora, otros trabajadores pueden pedir la anulación cautelar [de la jubilación forzosa]", dijo Rodríguez. Aunque el SAS lo jubiló, sigue en activo. Está en el Hospital Xanit, donde ha creado la Unidad del Dolor.

Durante toda su vida, este profesional se ha dedicado a dar calidad de vida a miles de pacientes aliviando el dolor crónico grave derivado de operaciones, procesos oncológicos u otras patologías. Dice que recurrió la jubilación forzosa porque es "un enamorado" de su trabajo. "Si creyera que no estoy en condiciones, el primero que se iría sería yo. Quedarme en mi casa o dedicarme a cuidar nietos no me satisface del todo. Así, me pongo una bata y juego a ser médico todavía", dice con ironía.

El fondo del asunto no está resuelto. Para ello tendrá que haber un juicio y una sentencia. Por ahora, lo que hay es el auto que el SAS puede recurrir en cinco días. El TSJA justifica la suspensión cautelar de la jubilación forzosa en que de no adoptarla "pudiera hacer inoperante la sentencia en el supuesto de que fuere favorable a las pretensiones del recurrente toda vez que pudiera acontecer que cuando la misma fuera dictada, dicho recurrente hubiera cumplido ya los 70 años y en modo alguno pudiera llevarse a efecto la pretendida prórroga hasta alcanzar dicha edad".

Para Rodríguez, la decisión del TSJA ha sido lógica dado que si el juicio tarda y lo gana, el SAS se vería obligado a pagarle a él sin haber trabajado.

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