La pieza clave de la nueva dirección del PSOE andaluz de José Antonio Griñán es la Vicesecretaría General, de la que se ocupará Mario Jiménez, hasta ahora portavoz en el Parlamento y secretario general de Huelva. Dejará estos dos últimos cargos para dedicarse, plenamente, al partido. El trabajo no es poco si se considera que a Mario Jiménez le ha sido transferido un partido mucho más dividido que el que tuvo entre sus manos su antecesora, Susana Díaz, aunque con un matiz importante: ella fue secretaria de Organización, no vice. Amparo Rubiales será la presidenta del PSOE y Rosa Torres secretaria de área de Formación y Nuevos Afiliados, mientras que la sevillana Verónica Pérez llevará Política Institucional. Rubiales, una histórica del PSOE y amiga personal del secretario general, ya estuvo en las quinielas en el congreso de hace dos años, precisamente con ese cargo.

Durante las negociaciones para confeccionar la dirección, Griñán no se reunió con los secretarios provinciales que le fueron críticos. Y es que tanto él como su entorno entendían que los cabezas de lista que habían votado en blanco a su candidatura no habían respetado lo que dijeron en sus asambleas porque muchos de ellos aseguraron que no discutían la figura de Griñán.

Sí entrará alguna persona de Jaén, pero no del sector mayoritario que dirige Francisco Reyes. Sería, por tanto, una persona cercana a la consejera de Educación, Mar Moreno, e incluso ella misma. El gaditano Juan Cornejo será el secretario de Organización. Francisco Conejo vuelve a ser rescatado por Griñán para ser secreatario de Política Local, mientras que José Juan Díaz Trillo lo será de Cultura.

El asunto de Mario Jiménez es crucial porque Griñán siempre quiso contar con una dirección donde hubiera un vicesecretario general. El primero que tuvo fue Rafael Velasco, pero dimitió, y para cerrar la crisis, Griñán no quiso nombrar como vicecesecretario general a ninguno de las personas que se le propusieron, sino que optó por dejar a Díaz, que actuó como vice de facto.

El nuevo vicesecretario general tendrá poderes ejecutivos. No será un cargo que pueda oscurecer el secretario de Organización, como ocurrió en casos anteriores en la historia del PSOE andaluz. Griñán lo dejó muy claro: "Será la pieza básica del partido".

A falta de los últimos retoques, la Ejecutiva se iba a reducir a 35 miembros, seis menos que la anterior, aunque toman peso varios secretarios de áreas, en especial los de Ideas, Igualdad, Participación Social, además de la de Organización. Griñán quiere que la secretaría de Ideas esté muy anclada en la Fundación Alfonso Perales (que ocupará José Sánchez Maldonado), que se constituirá como una plataforma de propuestas socialistas, a la vez que de recogida de fórmulas de otras organizaciones progresistas.

Francisco Álvarez de la Chica ejercerá como nuevo portavoz de los socialistas en el Parlamento. De la Chica fue el anterior consejero de Educación, y cuando salió del Gobierno -lo sustituyó Mar Moreno-, Griñán explicó que lo quería en la Ejecutiva para ejercer de voz en la calle; lo será, pero en la Cámara andaluza. De algún modo, Griñán recompensa la actitud de De la Chica, que calló incluso cuando se negó, tras ser anunciado, que sería secretario de Organización.

Amparo Rubiales, presidenta

José Antonio Griñán, secretario general

Mario Jiménez, vicesecretario general

Juan Cornejo, secretario de Organización

Verónica Pérez, secretaria de Política Institucional

Francisco Conejo, secretario de Política Municipal

Rosario Andújar, secretaria de Igualdad

José Juan Díaz Trillo, secretario de Cultura

José Sánchez Maldonado, secretario de Ideas

Clara Aguilera, secretaria de Acción Ciudadana

Rosa Torres, secretaria de Nueva Formación y Afiliados

Araceli Carrillo, secretaria de Educación

Soledad Cabezón, secretaria de Acción Electoral

Inés Plaza, secretaria de Redes

Caridad Herrerías, secretaria de Agricultura y Pesca