Andalucía

El rédito de la oposición útil

  • Ciudadanos y PP examinarán sus estrategias andaluzas el 20-D

EL acuerdo del Presupuesto viene a cerrar el periodo de incertidumbre que se abrió a principios de este año con la convocatoria anticipada de las elecciones andaluzas, y que en términos globales ha supuesto la sustitución de un socio de Gobierno -Izquierda Unida- por un aliado externo: Ciudadanos. La presidenta Susana Díaz consigue la estabilidad a la que aspiraba y envía un mensaje a su partido y a su secretario general, Pedro Sánchez: el aliado natural del PSOE es Ciudadanos y no Podemos. También podría ser IU, pero Susana Díaz preveía que el acercamiento de la federación a Podemos le traería graves problemas de indefinición y optó por aprovechar un primer indicio de dudas para echarles del Gobierno. Con IU, al menos, se sabe cómo y qué pactar, una gran diferencia con Podemos, cuyo balance de estos primeros seis meses en el Parlamento ha adquirido la textura gaseosa e intangible de la nada. Es verdad que sus parlamentarios trabajan mucho, pero ¿en qué?: están, pero no se les espera y su carencia de estrategia los ha afiliado al seguidismo del PP.

La de Ciudadanos es distinta. Los de Albert Rivera, representados en la Cámara por Juan Marín, han conseguido materializar eso que llaman la oposición útil o el Gobierno desde la oposición. Aprovechando la minoría socialista, han sacado a Chaves y Griñán de las cámaras, han asegurado la bajada de impuestos, la ayuda millonarias a las pymes, la reducción del consejo de administración de algunas empresas y la comisión de investigación del fraude de la formación, aunque fueron cómplices de las maniobras del PSOE -también eran las suyas- para que las proposiciones del PP, en especial las relativas a impuestos, no pasasen al Pleno del Parlamento.

La duda que se plantea en torno a este nicho parlamentario de Ciudadanos es si lo respaldan sus votantes andaluces. Un porcentaje de ellos, que puede situarse en torno al 20%, no comulga con esta pragmática oposición porque son electores antisocialistas que migraron del PP a Ciudadanos y ahora ven cómo su partido apuntala al viejo PSOE. En las elecciones generales conoceremos de verdad qué rechazo y qué respaldo genera esta estrategia más allá de los cálculos de los partidos, aunque Albert Rivera siempre podrá explicar que también apoya a Cifuentes en Madrid y, en Andalucía, da cobertura a cuatro alcaldes de capital del PP. Si Ciudadanos mantiene o supera el resultado de las autonómicas este 20-D, lo que significaría que el PP de Moreno Bonilla persiste en sus horas bajas, habrá estabilidad en Andalucía. La entrada de Ciudadanos en el Gobierno andaluz fijaría una legislatura de tranquilidad, pero en el partido naranja sostienen que nunca entrarán en la coalición. Y, al parecer, nunca es nunca, e incluso adelantan que sea cual sea el resultado del 20-D, Rivera no entrará en un Gobierno si no es con la victoria.

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