España

Montilla, el 'charnego' que supo llegar a presidente

El 28 de noviembre de 2006, José Montilla, cordobés de Iznájar, hizo historia al convertirse en el primer president nacido fuera de Cataluña.

Tenía 16 años cuando sus padres abandonaron su tierra para buscar un futuro mejor en Sant Joan Despí, cerca de Barcelona.

Debido a su procedencia, el líder de los socialistas catalanes recibió el mote de "charnego", un término que le disgusta profundamente, ya que es la forma despectiva de llamar en Cataluña a los inmigrantes de otras regiones españolas.

Su carrera política comienza en 1978, cuando ingresa en el Partido Socialista y en UGT. En aquella época ya había dejado sin terminar sus estudios de Economía y Derecho en la Universidad de Barcelona. Siete años después, en 1985, se convertiría en alcalde de Cornellá de Llobregat, uno de los municipios del cinturón rojo barcelonés, un cargo que revalidó con mayoría absoluta hasta completar 19 años de mandato.

De 1983 a 1987 fue diputado provincial de Obras Públicas de la Diputación de Barcelona.

En 1987 fue nombrado vicepresidente segundo, cargo que compatibilizó con la presidencia delegada de la Fundación Pública Casa de Caritat y desde 1991 con la presidencia delegada del área de Agricultura y Medio Natural.

En julio de 1999 fue elegido vicepresidente primero de la Diputación y en julio de 2003 fue elegido presidente de la Diputación de Barcelona.

Un año después, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le encomendó el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. A finales de 2006, sin embargo, regresó a Barcelona para convertirse en presidente del Govern, sucediendo a Pasqual Maragall.

Pese a las reticencias en las propias filas socialistas en Madrid, Montilla reeditó entonces el tripartito, un pacto del que renegó antes de iniciarse la campaña, en la que anunció que estas elecciones serían las últimas. Ahora tendrá más tiempo para dedicarse a sus cinco hijos -su segunda esposa tuvo trillizos hace diez años- y a sus dos grandes pasiones: la novela negra y los viajes. Uno de sus sueños incumplidos es, precisamente, remontar el río Congo, más fácil que las elecciones.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios