Málaga

La saga de los Briales

A las 13:00, cita en la iglesia de Los Mártires. A ninguna de las casi 300 personas de apellido Briales se les podrá olvidar el día de ayer. Lo tenían bien anotado y lo esperaban con impaciencia, como lo demostraban a las puertas de la parroquia, donde se fueron congregando antes del comienzo de la misa oficiada por el padre Tejera. Los abrazos efusivos en los reencuentros de los de mayor edad y la ilusión en las presentaciones de los más pequeños, lo decían todo. El revuelo creado era tal, que los más curiosos que pasaban por la zona no podían evitar preguntar, "¿qué es lo que pasa aquí? Porque esto una boda no es, ¿verdad?".

Pero ante todo organización, para no perder tiempo en demasiadas presentaciones. Identificaciones con sus nombres colgadas al cuello con cinco colores diferentes en la cinta para determinar las ramas de descendencia de Sebastián Briales Peral, que junto con Mariana Domínguez tuvo seis hijos, aunque uno de ellos no dejó ninguna descendencia. Y un complicado código de números y letras, que indicaba además de la rama, la generación a la que cada uno pertenecía. "Cuando no había ni ordenador, mi padre ya se encargaba de apuntar en un papel estos números y letras para saber la procedencia de cada uno de los familiares", explicaba Inmaculada Briales Navarrete a uno de sus parientes, mientras repartía las identificaciones.

"De Málaga y nacidos en Plaza de Toros Vieja", comentaba Jaime Briales de León, uno de los más veteranos de la convocatoria, que aún recuerda la antigua fábrica de harina en lo que hoy es el Gimnasio O2 y donde él se crió junto con sus 12 hermanos. "Había cuatro pisos y en ellos crecimos más de 30 primos, luego unos se marcharon fuera y otros continuamos en Málaga". Entre los que se fueron, Eduardo Briales Shaw, que vive en Madrid desde los 18 años, donde se fue a trabajar y a estudiar. A pesar de la lejanía con su Málaga natal, conocía a casi todos los que se iban acercando a la parroquia. Sus 9 hijos y 14 nietos no pudieron acudir a la cita de ayer, pero familia no le faltó en ningún momento.

La última generación de los Briales, por el momento, la conforman los niños, algunos incluso todavía en el carrito. Los tres hijos de Juan Briales Navarrete, a pesar de su temprana edad, no dejaban de saludar y de ser reconocidos por los Briales. "Vivimos en Málaga y tenemos mucho contacto casi todos", explicaba el padre, para añadir "conozco a todos los Briales Grund".

Tras la misa, un almuerzo en el restaurante Momo, en la urbanización Mayorazgo, para continuar reconociendo y recordando historias de la vieja fábrica de harina o episodios de la historia de Málaga como al liberal Narciso Briales, que fue alcalde de Málaga en varias ocasiones y asesinado junto a sus cinco hermanos durante la Guerra Civil.

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