Almodóvar responde al fin a la insistencia de los admiradores que le pedían su regreso a la comedia más pura, y, nada menos que un cuarto de siglo después de Mujeres al borde de un ataque de nervios, sube a su público a un avión donde aguardan las turbulencias de un viaje disparatado y lúdico. El director estrena hoy su película decimonovena, Los amantes pasajeros, con "la pasión y la incertidumbre" de los comienzos y el objetivo de contagiar a los espectadores la vitalidad y el desenfado, el espíritu festivo de una propuesta en la que su autor deja atrás la gravedad de obras anteriores para apostar por la evasión más absoluta.

A pesar de que hay quien ha querido ver en la sinopsis del filme una metáfora de la España sin rumbo de la actualidad -la acción cuenta cómo una avería en un vuelo que se dirige a México D.F. provoca una catarsis colectiva entre los viajeros-, Almodóvar ha asegurado que desde las ventanillas de su aeroplano sólo se ven nubes. "Cuando amenaza con aparecer un pico de realidad, la famosa prima, la cifra de parados, la aprobación de la subida del IVA, los gritos de todo el género femenino contra el ministro Gallardón, yo pongo digitalmente un grupo de nubes flamígeras, las nubes lo tapan todo. Deliberadamente he huido de la realidad, es todo ficción", sostenía el realizador en una autoentrevista que se hizo el pasado mes de julio.

Los amantes pasajeros no es sólo el reencuentro del manchego con la comedia: el proyecto supone una nueva colaboración de Almodóvar con un buen número de intérpretes que han participado en su filmografía, como Cecilia Roth, Javier Cámara, Lola Dueñas, Antonio de la Torre o Blanca Suárez, aparte de los cameos en los que aparecen Antonio Banderas, Penélope Cruz, Carmen Machi y Paz Vega. Cámara forma junto a Raúl Arévalo y Carlos Areces el equipo de azafatos -con "mucha pluma"- de un avión pilotado por Antonio de la Torre y Hugo Silva, y al que también han embarcado José María Yazpik, Guillermo Toledo, José Luis Torrijo, Miguel Ángel Silvestre y Laya Martí. Todos parecen haberse entregado con entusiasmo a un rodaje, revela Almodóvar, enormemente placentero, como si ese mensaje de carpe diem que subyace en el guión hubiese calado en el ánimo de los intérpretes. "Si el éxito de una película es proporcional a la felicidad y el gozo de los que han intervenido en ella, Los amantes... será un éxito seguro", señaló el responsable de Hable con ella cuando finalizaba el rodaje. "Pero sé", matizaba, "que ni el fracaso ni la calidad de una película depende del buen rollo de los que han participado en ella. Hay obras maestras cuya elaboración fue una tortura y viceversa, malas películas donde imperó la felicidad entre los que las rodaron".

De nuevo, Almodóvar ha vuelto a demostrar su amor incondicional por los actores. "Todos ellos han compartido conmigo la elaboración de cada línea de diálogo, de cada plano, de cada decisión en cuanto al look de los personajes, de cómo fueron cambiando en los ensayos y definiéndose en el rodaje; ellos les han insuflado vida", comenta sobre un reparto al que agradece su "entrega a ciegas". El veterano acoge con "emoción" que Penélope Cruz y Antonio Banderas coincidan por primera vez en pantalla al comienzo de su largometraje. "Para mí es como si dos personas de mi familia, emocional y artística, le dieran la bienvenida al espectador en mi vuelta a los orígenes, la comedia disparatada, un tono del que me había alejado últimamente", reconoce. Para el director, entre las sorpresas que causará Los amantes pasajeros estará encontrar a Lola Dueñas en un registro inesperado. "Aunque Lola ya está descubierta, su trabajo en Los amantes... será una revelación, como lo fue el de María Barranco en Mujeres..., Antonia San Juan en Todo sobre mi madre, Kiti Manver en Pepi... y Chus Lampreave en Entre tinieblas". Pero tiene elogios para todo su pasaje: de hecho, el cineasta opina que un comentario que le parecería "tremendamente injusto" sería precisamente que se pensara que los actores "están fatal". Recibida con críticas dispares, algunas ciertamente duras, tras sus primeras proyecciones, ahora es el espectador quien puede juzgar a estos amantes pasajeros.