Agüero despertó de su letargo en el minuto 25, sentenció la eliminatoria de octavos de final de la Copa del Rey y se llevó un billete para el derbi contra el Real Madrid pese a la insistencia del Espanyol, sus clarísimas ocasiones y el buen gol de Luis García, de falta, en el tiempo de prolongación.

La salida del Espanyol fue fulgurante. La movilidad e intensidad de la delantera del conjunto catalán y el ritmo de circulación del balón le permitió dar varios avisos a De Gea, meta rojiblanco. Pero el susto más claro fue del Atlético. En el minuto 10, Raúl García mandó un tiro fortísimo al larguero desde el vértice derecho del área.

Un cuarto de hora después el balón sí entró. Agüero, que no había aparecido apenas hasta entonces, aprovechó un pase de Raúl García después de una pelota perdida en el centro del campo. Ahora el Espanyol tenía que marcar tres goles, con el 1-0 de la ida en el Vicente Calderón, para pasar a cuartos de final de la Copa del Rey.

Lo intentó el conjunto blanquiazul hasta el final del partido, pero el gol sólo llegó en el tiempo de descuento cuando Luis García acertó de libre directo.