Balonmano l Primera Estatal

Alicante será la sede de la fase final

  • Alcobendas y Monóvar será el orden de enfrentamientos, el 3 y el 4 de mayo

Alicante será la última parada que realice el Contrat Málaga para intentar conseguir el ascenso a la máxima categoría del balonmano español. Las de Diego Carrasco deberán hacer frente a la última eliminatoria de la temporada en la Costa del Azahar, donde el anfitrión del evento, el Monóvar, será su máximo rival a batir -ambos son los únicos que acceden a la fase con dos puntos-.

Las alicantinas, que se han convertido en cenicientas tras la primera fase de ascenso, han logrado acoger la sede después de una larga puja por ella. Alcobendas, que en principio era el principal favorito par albergar la eliminatoria, acabó retirándose tras finalizar el anterior sector con 0 puntos.

Tras el abandono de las madrileñas, y dado que Málaga no podía hacer frente al desembolso económico que suponía ser sede, sólo quedaban Baracaldo (con el Baseti Zuazo como representante) y Alicante.

La sorpresa de ser el campeón de la fase -llegaron a la eliminatoria siendo el equipo que había logrado menos puntos en la fase regular- y las ganas por ascender de categoría una vez que vieron que estaba tan cerca, llevaron al municipio alicantino a ofrecer incluso 20.000 euros por acoger la fase, según fuentes consultadas por este diario. Además, el hecho de que la primera eliminatoria se celebrara en Bilbao hacía muy difícil la posibilidad de repetir escenario en una misma temporada.

Otra de las incógnitas de la eliminatoria que en el día de ayer despejó la Federación Española es la que giraba en torno al sistema de emparejamientos. Finalmente, el primer clasificado de cada grupo se mediría con el segundo en el debut.

Con este sistema, el Contrat Málaga se medirá al Alcobendas el sábado día 3 y el domingo 4 lo hará contra el anfitrión del torneo. En caso de ganar el primer choque, la escuadra dirigida por Diego Carrasco conseguiría directamente el ascenso a la Superliga.

Para el técnico malagueño, el emparejamiento era algo secundario: "A nosotros nos daba igual, porque teníamos que jugar con los dos equipos antes o después, y los dos son más o menos igual de complicados".

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