Atlético de Madrid y Valencia empataron sin goles en un partido de máxima igualdad e intensidad al que le faltaron fútbol y ocasiones y que dio un punto a cada uno de estos aspirantes a las plazas de Liga de Campeones. Los de Simeone tuvieron un receso en su remontada aunque siguen invictos; el Valencia aún no conoce la victoria en 2012.

Ambos se frenaron. No hubo concesiones en un encuentro que transmitió su relevancia desde el primer minuto, con constantes interrupciones y pelea por cada balón. No halló el Atlético el juego desplegado en la anterior cita ante su público, el convincente 3-0 al Villarreal, tampoco la verticalidad, las acciones decisivas de hombres como Arda Turan, Diego o Adrián López o los remates de Falcao en un choque de máximo equilibrio.

El plan del Valencia fue distinto. Quería seguridad atrás y contragolpe. La fórmula le bastó para lograr un punto, con el duelo más o menos controlado en su zona defensiva, conforme y con algún esporádica salida al ataque a la carrera de Piatti o los desmarques de Soldado, pero sin llegadas claras.

La primera parte ofreció poco en ataque: un cabezazo de Adrián, a un pase fenomenal de Juanfran, repelido con una estirada de Diego Alves, y un remate apurado de Falcao, en el área visitante, y un disparo potente de Piatti, despejado con reflejos por Courtois .

El segundo tiempo arrancaba con todo abierto, con la sensación de que el primer golpe ofensivo, ya fuera de uno u otro equipo, podía ser definitivo para la resolución del choque y con el mando del juego para el Atlético, que, a ráfagas, se acercaba a la portería de Diego Alves, seguro por alto.

Lo intentaron más los locales para ganar a medida que llegaba el final, aunque los dos tuvieron una clara para ganar. Primero perdonó Jordi Alba tras colarse en el área en una buena combinación: chutó cruzado fuera. Un tiro de Diego desde la frontal bien repelido por Alves impidió el desnivel del marcador.