Gareth Bale endureció el casting del Real Madrid para la final de la Liga de Campeones y el técnico blanco, Zinedine Zidane, deberá decidir en los próximos días un puesto de titular para cuatro candidatos. "Mejor así, tener a todos enchufados. Luego claro que será un dolor de cabeza hacer el once para la final", reconoció el galo después de admirar los dos goles de Bale en el triunfo (6-0) de su equipo ante el Celta.

Los dos tantos de Bale definieron lo que es el futbolista galés: un jugador concreto. A él no se le pide constancia ni apariciones regulares, sino que es alguien de momentos. Y generalmente reclama su presencia para demoler. Fueron dos goles espléndidos. El primero contó con una perfecta definición junto al palo y el segundo, con una larga carrera y un disparo tremendo. El Santiago Bernabéu lo contempló con admiración y le dedicó una sonora ovación a un jugador muy criticado durante toda la campaña.

Lo cierto es que fue una temporada muy discreta para el galés. Y en los dos últimos meses conoció su condición de jugador suplente. Pero incluso en una temporada tan mediocre sus números resultan llamativos: es el segundo máximo goleador blanco en Liga con 15 tantos en 25 partidos. Las previsiones hablan de un once con diez jugadores fijos para Zidane. Casemiro, Modric y Kroos son indiscutibles, mientras Cristiano estaría con Benzema en la punta. Así pues, quedaría una plaza por definir, que saldría del cuarteto compuesto por Isco, Lucas Vázquez, Marco Asensio y el propio Bale.

Isco se antoja favorito, pero por otra parte Lucas Vázquez siempre respondió a Zidane y es un seguro a la hora de equilibrar el equipo con su esfuerzo. Mientras, Asensio fue otro de los jugadores destacados del Madrid en las eliminatorias de Liga de Campeones y siempre rindió en las finales. Ahora, Bale presenta su candidatura a jugar la final al tiempo que convive con los rumores de una hipotética salida del Madrid a final de temporada. Igual todavía está a tiempo de montarse en el último tren a Kiev.