Calleja y Cheli entonan el adiós

En el momento que Antonio Tapia decidió en el avión de Barcelona a Málaga que se suspendía el entrenamiento del martes, la de ayer pasó a convertirse en una mañana de despedidas en La Rosaleda. Proliferaron los adiós y también se entonaron los hasta luego. De los primeros forma parte Javi Calleja, que estuvo despidiéndose en las oficinas y de sus compañeros. Cheli, que también acaba contrato y no seguirá, llegó al estadio blanquiazul acompañado por su mujer para recoger sus enseres personales. Otros, como Albert Luque, Salva y Rossato, se emplazaron a un próximo encuentro, pues el deseo de los tres es quedarse en Martiricos la temporada que viene.

Calleja aseguró marcharse con una sensación "agridulce". "Con algo más habría habido acuerdo, pero las posturas eran rígidas y con el tiempo se enfrió la relación. Creo que hemos sido cabezones unos y otros [risas]", señaló el lateral, que negó haber firmado ya por otro club: "Todavía no ha llegado una oferta que me guste y no hay acuerdo. Es un buen momento para aprovechar la temporada que he hecho y firmar uno de mis últimos contratos. Pero, repito, me habría gustado que fuera aquí, pero no ha habido un punto en común".

Albert Luque, quien mantiene su apuesta de seguir de blanquiazul, aclaró que su porvenir puede solucionarse en "10 o 15 días como mucho". "Existen algunos flecos, pero no tienen importancia. Lo duro está allí [en Holanda]. Al final de esta semana o a principios de la siguiente habrá novedades", dijo.

Rossato, por su parte, se va a Brasil para volver, según sus palabras: "A mi representante ya le dije que esperase para agostar todas las opciones de seguir. Creo que cuentan conmigo, si no ya me lo habrían dicho. Tengo esperanzas".

Arnau, Manolo y Miguel Ángel, cuyo futuro pasa por el Málaga, también se personaron en las instalaciones malaguistas. Lolo, Barros y Adriano, que regresarán a Sevilla, Zaragoza y Porto Alegre, respectivamente, también estuvieron en La Rosaleda. Al igual que Goitia, que se marcha al Betis.