Condenado al sufrimiento
El Málaga no puede aguantar el tanto de Caicedo en la primera parte y ve cómo el Sevilla le remonta y le deja con sólo cuatro puntos de los últimos 24 · El empate entre el Tenerife y el Valladolid, lo mejor
Pintaba bonito, sí. Incluso el empate lo podía haber sido por el mero hecho de puntuar, de volver a coger esa dinámica de sumar que tanto está costando y que en las últimas ocho jornadas sólo se ha visto reflejada en cuatro puntos de 24. Aunque sólo fuera por mantener la distancia con el descenso. El gol de Caicedo, con La Rosaleda totalmente entregada, ponía todo en franquía. También los precedentes. Se podría uno olvidar por un tiempo del Tenerife, del Valladolid, del Xerez, del Racing... Pero no, no se supo, no se pudo. Quedan condenados al sufrimiento.
La estrategia de la garra y la presión sirvió para echar atrás a un rival sorprendido. El tanto del ecuatoriano, para ganar en confianza y control. Hasta que duró la gasolina. Ahí fue cuando el Sevilla empezó a mostrar sobre el terreno de juego por qué tiene 20 puntos más que el Málaga. Ahí llegó la remontada y los blanquiazules entregaron la cuchara asfixiados por la entrega. El recurso del patadón en largo para que resuelva Obinna resultó estéril.
LO MEJOR
Aunque sea cansino, los latidos de los corazones viajaron a Jerez, pero especialmente a Tenerife. De allí vinieron las mejores noticias del día. El empate entre chicharreros y el Valladolid, unido a la victoria del Getafe en Chapín, fueron las mejores noticias que pudieron recibir los malaguistas. Se dieron los dos resultados que más favorecían los intereses blanquiazules. Ahora el Tenerife está a cinco puntos, a seis el Valladolid y el Xerez se mantiene a ocho.
UNA DE PORTEROS
Seguramente en la retina del aficionado al fútbol quedará de este partido las dos cantadas de los porteros, que significaron que sus rivales abrieran su marcador. La forma de superarlas de cada uno también los califica: a Munúa, como un señor asumiendo la responsabilidad de la derrota; a Palop, como un aficionado acomplejado que sólo sabe reflejar su mediocridad provocando al público. Aparte de esto, no sería justo olvidarse de las cuatro intervenciones del uruguayo, a cabezazo de Luis Fabiano, tiro raso cruzado del brasileño, y dos testarazos más de Kanouté y de Lolo. Es lo que tiene ser guardameta.
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