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La Copa Davis de Málaga se queda huérfana de España

  • Croacia elimina a España con las victorias individuales de Coric y Cilic sobre Bautista y Carreño

  • Inevitable acordarse de las bajas de Alcaraz y Nadal, pero los croatas mandaron

  • Carreño dominaba 4-1 en el ‘tie break’ del set decisivo, pero no pudo forzar el dobles

Pablo Carreño se lamenta.

Pablo Carreño se lamenta. / Javier Albiñana

España temía llegar al partido de dobles por la fortaleza de la pareja croata, una de las mejores del mundo. No fue necesario, pero en el mal sentido. El equipo anfitrión en las finales de la Copa Davis en Málaga quedó eliminado en los cuartos de final por Croacia, mejor en los dos partidos. Por ranking individual podía ser la selección de Sergi Bruguera ligeramente favorita, pero se compensaba con la rapidez de la pista, excesiva para el gusto de los españoles. Pero Roberto Bautista y Pablo Carreño, números dos y uno, fueron inferiores a Borna Coric y Marin Cilic. Los cuatro saben lo que es levantar una Ensaladera y tienen callo en estas situaciones, pero los dálmatas lucieron un punto de forma superior en el día D. Es inevitable acordarse de Carlos Alcaraz, número uno del mundo y lesionado, y Rafa Nadal, número dos y jugando exhibiciones por Sudamérica. Era el turno de los siguientes en el escalafón pelear por el título, pero no les llegó.

Hay detractores de este nuevo formato de Copa Davis por la pérdida de la esencia, Lleyton Hewitt, capitán australiano, lo repite cada vez que puede, pero en el Carpena el ambiente que se vivió recordó al de esos enfrentamientos. Varios cientos de croatas, con una charanga de Rijeka que suena como un reloj suizo en cada punto que vencen Coric o Cilic con una sintonía machacona, y un Carpena repleto (asistencia de 9.500 sobre los 9.800 disponibles) que empuja a España. La energía positiva que llega desde Catar, donde España ofrece la exhibición de la primera jornada del Mundial, intenta aplicarla el aficionado español (el 55% es de fuera de Andalucía). Dice el catón del tenis que es de mal gusto celebrar los errores en el saque de un jugador, pero es síntoma de que de verdad es Copa Davis lo que se ve sobre el tapete verde y negro del Martín Carpena que se jalean las dobles faltas como si fueran una dejada exquisita.

El duelo se resolvió entre los números uno, Carreño y Cilic. Dos medallistas olímpicos, ganadores de Masters 1000 y grand slams en el caso del croata. Un partidazo resuelto en el tie break de la tercera manga, en la que Carreño llegó a ponerse 4-1. Antes había tenido un 0-30 con 6-5 a favor. Pero Cilic tiró de su saque y de ese revés a dos manos que es un martillo para sostenerse en el partido y llevar el duelo a su terreno. El partido hizo honor al cartel de los tenistas.

Carreño empezó dominando el partido después de romper y que le rompieran en la primera manga. Hizo el break en el momento justo después, para colocar un 7-5 ilusionante. En el segundo set Cilic subió el diapasón y empezó a conectar más puntos ganadores que esta vez a Carreño le costaba más devolver. El asturiano tuvo un momento de duda y se le fue el parcial por 6-3. Quedó todo para un último set magnífico. Se rompieron pronto el saque los dos, después Cilic hizo el 4-2 que parecía letal y Carreño reaccionó para colocarse 6-5 y 0-30. En la muerte súbita lo tuvo cerca el asturiano, conectó varios puntos espectaculares. Pero Cilic gobernó el duelo y la charanga croata sonaba y sonaba. Con elegancia, Cilic, hijo de la guerra de los Balcanes nacido en la actual Bosnia y formado en Italia, agradecía: “Impresionante ambiente, impresionante el público de Málaga. Es la primera vez que ganamos a España, supone muchísimo para Croacia”.

Previamente, Borna Coric, número 26 del mundo y en gran forma tras un segundo tramo de temporada en el que ha ascendido casi 200 puestos en el ranking para recuperar su nivel tras una lesión, fue superior a Bautista (23 del mundo), que apenas pudo tener un punto de break en todo el partido, sin materializarlo.El ritmo de pelota de Coric, apoyado en un gran servicio que le permitía ser agresivo y dominar los puntos, era mayor. Bautista dejó algunas gotas de calidad, pero el empuje y la energía del croata, que ya fue campeón en la última edición del formato clásico, en 2018 estuvo varios puntos por encima. Después del break con 3-3, Bautista forzó un iguales, pero no se puso nervioso el contrario (6-4).

En la segunda mitad el duelo se equilibró algo más y los dos jugadores no tuvieron demasiados problemas para mantener el saque. La resolución se acercó a la muerte súbita, donde Coric no perdonó. Con 6-2 levantó Bautista dos bolas de partido, pero no hubo lugar a más. Así que Australia-Croacia es la semifinal del viernes. La Davis se queda huérfana.

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