Cristóbal Guerrero, accidentado hace un mes en el pasado Dakar Argentina-Chile, podría ser trasladado la próxima semana a España desde Santiago de Chile, donde aún permanece hospitalizado, según declaró ayer su hijo Cristóbal Guerrero, también piloto y actual campeón nacional de enduro.

"Posiblemente la semana que viene se le trasladará a España", indicó Cristóbal, quien explicó que ahora se está analizando cómo se realizará el viaje en avión y cuál será el hospital de destino de su padre, que se elegirá de acuerdo al equipamiento necesario para su tratamiento. No obstante, según declaraba ayer en el diario As Óscar, el otro hijo del rondeño, la familia ingresará al piloto "en el Instituto Guttman de Barcelona".

Guerrero, de 48 años, sufrió el pasado 13 de enero una caída en el kilómetro 160 de la décima etapa de competición y fue hospitalizado en Copiapó, a unos 800 kilómetros al norte de la capital, donde se le mantuvo en un coma inducido debido a las graves lesiones que le causó el golpearse la cabeza contra una piedra en la carretera.

Días después fue trasladado al Hospital de la Mutual de Seguridad de Santiago, donde hace seis días los médicos le retiraron la sedación, la respiración artificial y el oxígeno. Aunque continúa inconsciente, "está despertándose poco a poco y mueve las piernas y los brazos", declaró Cristóbal

Su hermano Óscar decía ayer en As que la evolución es lenta, "pero vemos avances porque le cojo la mano y él me la vuelve a dar o abre los ojos y nos mira, y eso antes no sucedía". "Parece que la cosa va mejor, poco a poco está recobrando funciones. Puede respirar sin ayuda, él solo. Es algo muy bueno", afirmaba ayer Óscar.

Además, han dejado de someterle a diálisis, según Cristóbal, quien se encuentra ya en España para llevar a cabo compromisos laborales, pues la semana pasada asistió a la Copa del Mundo de enduro indoor que se celebró en Madrid. Mientras, su madre y su hermano Óscar permanecen en la capital chilena a la espera de que Guerrero pueda volver a España, lo que podría ocurrir la semana que viene si se cumplen las previsiones.