Remontar 16 puntos en poco más de cinco minutos son cosas que hace el Unicaja. Un síntoma de que no es un equipo abandonado a su suerte, que tiene algo de alma. Otro asunto es su juego, la inteligencia baloncestística, el ser competitivo en el tope máximo. Ahí flaquean Repesa y sus hombres, que ayer encajaron una nueva derrota ante el Anadolu Efes (73-78). La realidad es que sigue habiendo mediocridad en esta plantilla que se pensaba mejor de lo que realmente es, que si no está al tope de sus posibilidades parece un equipo vulgar, entregado ofensivamente a la genialidad de Williams y al estajanovismo de Zoric. Con algún fogonazo como el de ayer de Calloway. Pero que no acaba de rodar y apila derrotas. Está otra vez a dos triunfos del cuarto y el asidero europeo se pone duro. 

La dependencia en ataque de Zoric y Williams en este Unicaja es alta y ayer se constató un día más. Durante 15 minutos, desde que Fran metiera dos tiros libres en el primer ataque hasta que Simon firmara un dos más uno, sólo ellos anotaron, ocho tantos cada uno. El asunto es que el Efes, cuyos aficionados hacían más ruido que los cajistas en un al principio desangelado Carpena, después encendido a poco que le dio el equipo, se distanció en ese erial de anotación de los de Repesa, entregados a los arrebatos geniales de Williams y al martillo pilón que es Zoric. Es previsible ese plan y la pobreza ofensiva a la hora de circular el balón y generar posiciones favorables de tiro se convertía en un muro infranqueable. Sin hacer filigranas, el Efes mandaba por 12 puntos (20-32), con reparto coral de la anotación, con la sensación de que tenía gas para apretar aún más mientras al Unicaja no le llegaba la camisa al cuello. El mal momento de Urtasun, al que no le entraba nada, y la alarmante intrascendencia ofensiva de Vidal y Panko no ayudaban a sacar al Unicaja de la ciénaga en la que estaba metido. El equipo turco dominaba 28-38 en el receso. 

De salida, el Anadolu dio un zarpazo que pareció definitivo, con 16 puntos de ventaja (31-47) y un atasco continuado. Pero Urtasun encendió una chispa con un triple que generó un parcial de 11-1. Lo intenta el navarro, no se esconde como otros. Otro triple suyo dejaba el duelo abierto (42-48). Y los atributos de Luka Zoric terminaron de enganchar definitivamente al Unicaja al partido. Cuando se juega en un terreno más pasional, más de combate, el equipo de Repesa se siente más cómodo, es más competitivo. En plena remontada, Williams cerró el tercer cuarto con un triple sobre la bocina y Calloway abrió el siguiente con un tiro a media distancia que dio la primera ventaja desde el primer cuarto (56-55). El duelo entró en combustión, el Carpena se encendió y Calloway cogió la bandera. El choque estaba en el columpio, punto arriba para uno, punto arriba para otro. Parecía evidente que un par de detalles decidirían quién ganaría. Urtasun metió tres triples, Calloway enlazó cinco puntos más y aquello parecía ganable (66-66) a falta de tres minutos. Hubo un momento clave, un triple de Farmar, que hizo caso a su caché, que rebotó varias veces en el aro y acabó entrando (69-74). A falta de 25 segundos el Unicaja todavía estaba en partido, tenía bola y estaba a tres puntos (71-74), pero a Urtasun le robaron la cartera y el Efes sentenció un duelo que complica el futuro europeo. Metiendo un 35% en tiros de campo es complicado ganar.

Ficha técnica:

73 - Unicaja (16+12+26+19): Williams (15), Simon (5), Dragic (0), Vázquez (4), Zoric (20)- cinco inicial- Vidal (3), Lima (0), Perovic (0), Calloway (15), Panko (2) y Urtasun (9).

78 - Anadolu Efes (22+16+17+23): Farmar (15), Erden (11), Lucas (6), Shipp (9), Savanovic (8)- cinco inicial- Vujacic (8), Tunceri (4), Gonlum (13) y Barac (4).

Árbitros: Belosevic (SRB), Gkontas (GRE) y Paternico (ITA).

Incidencias: Partido correspondiente a la sexta jornada del Top-16 de la Euroliga disputado en el Palacio de los Deportes, José María Martín Carpena ante 3.500 espectadores.